La Primera Corrida de la Vendimia en la Plaza de Toros “San Marcos” de Aguascalientes dejó una tarde llena de matices, en la que los tres actuantes ofrecieron actuaciones distintas, pero todas cargadas de significados. El encierro de Claudio Huerta y Rosas Viejas dio poco en cuanto a bravura y fuerza, obligando a los toreros a poner casi todo de su parte para sostener el interés del público. Sin embargo, lo más valioso de la tarde fue la manera en que los matadores entendieron y asumieron el reto de suplir con técnica, entrega y pasión lo que faltó en el ruedo.TE PUEDE INTERESAR: Lucía Sainz y Claudia Jensen de San Diego Stingrays, primeras campeonas del Pro Padel League Guadalajara 2025Sergio Flores: torería, madurez y carácterLa tarde la abrió “Perlito”, de Claudio Huerta, que puso a prueba a Sergio Flores. Con calma y sin prisas, el tlaxcalteca firmó una faena de solvencia y poder, sobre todo con la derecha, donde mostró profundidad y firmeza. Por el pitón izquierdo el toro exigía, y ahí apareció su capacidad técnica. Fue una faena seria, sin concesiones, que mantuvo el interés hasta el final. Aunque el toro tardó en doblar, la ovación en el tercio fue reflejo de que el público reconoció la autenticidad de su quehacer.Más tarde, con “Morito”, de Rosas Viejas, alcanzó su punto más alto. Desde el inicio con el capote, Sergio mostró suavidad y cadencia. Brindó a la afición hidrocálida y, con la muleta, construyó una faena de temple y ritmo, destacando dos series derechistas y un cambio de mano memorable. Por el izquierdo dejó naturales hondos y plenos de estética. Fue prendido y sufrió una voltereta con lesión evidente en la mano, pero volvió al ruedo para coronar con una estocada fulminante. El gesto heroico y el contenido artístico de la faena encendieron a los tendidos. Hubo petición mayoritaria de dos orejas, pero el juez concedió solo una, dejando un sabor de injusticia.Flores se marchó con saldo de salida al tercio y oreja, pero lo verdaderamente importante fue la confirmación de su madurez y su carácter indomable.Sebastián Ibelles: entrega y verdad frente a la adversidadEl mexiquense Sebastián Ibelles volvió a mostrarse con el ímpetu de quien quiere consolidar su nombre en Aguascalientes. Con el segundo de la tarde, “Velador”, la faena tuvo estructura y gusto, con derechazos largos y sentidos, aunque limitada por la debilidad del toro. La obra se quedó a medio camino porque el astado se echó antes de la estocada, siendo apuntillado. El público lo despidió con palmas, reconociendo el esfuerzo.Su segundo, “Cadencioso”, fue un toro bravo y exigente que pedía firmeza. Ibelles no dudó y se pegó un arrimón sincero, inventándose una faena en tablas con entrega absoluta. Si bien la espada le negó premio, dejó constancia de que está dispuesto a dar más de lo que el toro permite. Su tarde terminó con palmas y salida al tercio, y con la sensación de que su nombre seguirá resonando en Aguascalientes.José Miguel Arellano: detalles de arte sin fortuna con la espadaEl hidrocálido José Miguel Arellano tuvo quizá la labor más difícil. Con “Velador 1”, tercero de la tarde, hiló una faena de pulso y temple ante un toro escaso de fuerza. Logró momentos de autenticidad, con un cambio de mano de gran valor y detalles de sabor artístico que muestran el camino que quiere seguir en su carrera. Sin embargo, la espada le jugó en contra tras un pinchazo y un bajonazo. Con su segundo astado tampoco encontró fortuna, y su balance fue de silencio en ambos turnos.Pese a no redondear, Arellano dejó pinceladas de torería que invitan a la esperanza de que, con mayor fortuna en el sorteo y acierto con la espada, pueda ofrecer faenas de mayor peso.EL APUNTEEl encierro, con toros de Claudio Huerta y Rosas Viejas, fue desigual y en muchos casos falto de fuerza. Hubo nobleza en algunos, pero también deslucimiento, lo que obligó a los matadores a suplir con técnica lo que faltaba en casta. El público respondió con media entrada en una tarde nublada, apoyando en especial los gestos de entrega de los toreros.La Primera Corrida de la Vendimia fue una tarde de contrastes: Flores reafirmó su jerarquía y dejó el gesto heroico de la tarde; Ibelles mostró determinación y hambre de triunfo; mientras que Arellano ofreció detalles artísticos aunque sin redondear. No fue una tarde de triunfos rotundos en lo numérico, pero sí de momentos que revelan carácter, entrega y el compromiso de una nueva generación de toreros con el arte y la verdad del toreo.Foto: Manolo BrionesFoto: Manolo BrionesFoto: Manolo BrionesFoto: Manolo BrionesFoto: Manolo BrionesFoto: Manolo BrionesFoto: Manolo BrionesFoto: Manolo BrionesFoto: Manolo BrionesFoto: Manolo BrionesFoto: Manolo BrionesFoto: Manolo BrionesFoto: Manolo BrionesFoto: Manolo BrionesFoto: Manolo BrionesFoto: Manolo BrionesFoto: Manolo BrionesFoto: Manolo BrionesFoto: Manolo BrionesFoto: Manolo BrionesFoto: Manolo BrionesFoto: Manolo BrionesFoto: Manolo BrionesFoto: Manolo BrionesFoto: Manolo BrionesFoto: Manolo BrionesFoto: Manolo BrionesFoto: Manolo BrionesThe post Una Vendimia con matices de madurez, entrega y contrastes first appeared on Ovaciones.