Tras 15 años de observaciones, astrónomos lograron capturar una imagen del blazar PKS 1424+240, apodado el “Ojo de Sauron”. Este fenómeno, situado a miles de millones de años luz, no solo deslumbra por su parecido visual, sino que también ofrece pistas sobre el origen de los neutrinos, las misteriosas “partículas fantasma” del universo.