La fórmula del Córdoba CF: talento joven y cesiones estratégicas para asentarse en Segunda

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Una de las líneas estratégicas marcadas en la hoja de ruta de la comisión deportiva del Córdoba es la de generar patrimonio dentro del club. En concreto, se trata de apostar por la propiedad de jugadores con talento procedentes de categorías inferiores, con el objetivo de crecer junto a ellos y, eventualmente, verlos convertirse en futbolistas profesionales que puedan dejar un retorno económico en las arcas de la entidad. Es una estrategia ambiciosa y, en ocasiones, arriesgada, pero se ha convertido en el plan de referencia del Córdoba en los últimos años. Desde la llegada de Antonio Fernández Monterrubio a la dirección del club, el Córdoba ha orientado su política de fichajes hacia ese modelo de crecimiento sostenible. El propio CEO ya abordó hace meses la posibilidad de salidas de jugadores en el mercado de verano, dejando claro que el club no busca desprenderse de sus jugadores, aunque reconoce que pueden darse circunstancias que lo hagan inevitable. El CEO del Córdoba incidió en la necesidad de afrontar estas situaciones «sin miedo. La forma de crecer de un club como el Córdoba y de garantizar su sostenibilidad, tanto deportiva como económica, pasa por este tipo de operaciones». Sin ir más lejos, este verano ya se han acometido una docena de incorporaciones, muchas de ellas con apuestas firmes por jugadores jóvenes. Al mismo tiempo, el club ha facilitado la salida en forma de cesión de varios futbolistas con proyección, buscando que sumen minutos y experiencia lejos de El Arcángel. Este verano, la apuesta por el modelo sostenible se ve más clara que nunca. Por el momento, el club ha hecho oficial la cesión de Ramón Vila y Mati Barboza. El portero buscará minutos en Primera Federación con el Eldense, que ha descendido este año y quiere volver al fútbol profesional. El Córdoba confía en el talento del balear, pero quieren que no haya tanta diferencia con respecto a Carlos Marín, que competirá este curso con Iker Álvarez. Por su parte Mati Barboza se ha quedado sin hueco en la línea de centrales y su papel en el Córdoba sería testimonial. Se marcha también al Atlético de Madrid B en Primera RFEF para recuperar sensaciones tras una campaña marcada por las lesiones. Dos jugadores con proyección, de los que el Córdoba no se quiere desprender. Tampoco quiere hacerlo de Mariano Carmona . El extremo llegó este verano procedente del Coria extremeño, de Segunda RFEF. Su pretemporada será la que determine su futuro en el primer equipo. Si Iván Ania no es capaz de encontrar un hueco para él este curso, se marchará cedido a un Primera RFEF para volver al año siguiente con un mayor bagaje a sus espaldas. En su presentación la pasada semana, el jugador no escondió que existe la posibilidad de salir, pero quiere pelear por un hueco en el primer equipo. Monterrubio remarcó que su salida «es una opción, pero para prácticamente cualquier jugador. Son perfiles que nos interesan mucho , la idea es que esté aquí, que compita, que esté con sus compañeros y después ya veremos donde termina. Si pensamos que no contará con los minutos necesarios, lo cederemos, no lo queremos dejar en el filial. En su caso, si sale cedido, es porque hay opción en el contrato de un año más». No solo el Córdoba ficha jugadores jóvenes para cederlos a una categoría inferior. También apuesta por ser el club que abra las puertas del fútbol profesional a muchos futbolistas que aprietan desde abajo. Este curso, el club se ha hecho con los servicios de Dalisson, que llega desde Segunda RFEF o Adri Fuentes que destacó en el Tarazona, en la categoría de bronce. Ambos serán del primer equipo y estarán a las órdenes de Iván Ania en su debut en el fútbol profesional. En gran medida, el éxito deportivo del Córdoba en los últimos años se debe a ese bloque de jugadores que llegó sin cartel al equipo, pero que demostró estar a la altura en Segunda División. El club ya ha conseguido revalorizar a sus pesos pesados como Carlos Marín, Carracedo, Álex Sala o Isma Ruiz. Apuestas que han salido bien como fue la de Xavi Sintes. El central llegó de Segunda RFEF el año pasado y ahora es uno de los mejores centrales. A ese modelo de crecimiento aspira el Córdoba aunque eso implique que algunas apuestas sean decepcionantes. Por ejemplo, el curso anterior la entidad intentó pescar en el fútbol inglés y trajo a una joven estrella como Jude Soonsup-Bell , pero no demostró el talento que se le presuponía. Ni en Córdoba ni en sus seis meses en el Atlético Sanluqueño. Aun así, la balanza está equilibrada y en los últimos años, el Córdoba ha acertado más que fallado en sus apuestas. En definitiva, el Córdoba persigue consolidarse apoyándose en un modelo basado en la revalorización de talento joven, con vistas tanto al rendimiento deportivo como al equilibrio económico.