Los recientes movimientos de RTVE en torno a RNE no han dejado indiferente a los trabajadores. La respuesta de los sindicatos ha sido tajante: desde recuperar los 'viernes negros' tras lo que consideran un desprecio a la cultura, hasta cuestionar tanto a la presidencia como a los rostros que se están poniendo al frente. USO RTVE publicó ayer una nota en la que ponía el acento en la edad de los periodistas seleccionados para liderar los grandes programas de RNE. «Lo más preocupante de la actual política de fichajes externos es el mensaje desmoralizador que envía a la plantilla de profesionales de la propia RTVE. Más de una vez se ha denunciado la precarización de los informativos. En una redacción con más de 1.800 periodistas, es difícil saber quién tiene futuro. Y lo que es peor: la dirección no cuenta con ellos», señalaba el comunicado. Lo cierto es que RNE ha sido una de las últimas áreas en ser intervenidas por la presidencia. La primera tarea de José Pablo López al asumir la dirección de RTVE fue renovar la parrilla con nuevos formatos. Algunos tuvieron una buena acogida inicial, como 'La Revuelta', mientras que otros fracasaron desde su estreno, como La familia de la tele. « Quiere dejar Torrespaña y los informativos para más adelante porque sabe que es complicado, que aquí la gente es muy peleona y no lo ponemos fácil », admitían fuentes de la Corporación, conscientes de la complejidad que supone gestionar ese área. Otro de los ámbitos delicados era RNE, donde, según trabajadores, «el declive y el olvido» ya eran una realidad antes incluso de la llegada de López a la presidencia. La intervención en RNE se ha ido materializando en los últimos meses, y la respuesta de muchos trabajadores ha sido crítica. Hace unas semanas saltaba la noticia del fichaje de Juan Ramón Lucas para las mañanas, David Cantero y Marta Solano para las tardes, Isabel Gemio en las noches, Gorka Rodríguez en las madrugadas y la incorporación de Ángeles Caso al programa cultural El ojo crítico. La llegada de estos periodistas hizo estallar las quejas de los trabajadores de la casa, que denunciaron «la falta de confianza en los rostros internos», según fuentes internas. Aunque la gota que colmó el vaso fue la decisión de eliminar la emisión del informativo cultural diario 'El ojo crítico' de la antena de RNE para trasladarlo a Radio 5. Estas decisiones no han sentado bien al personal, que, tal y como se manifiesta en la última nota difundida a través del sindicato, consideran que la situación «roza el esperpento». «En plena subida del nuevo personal, un proceso que ya tuvo que aplazarse por la fijación del examen, lo que avivó las sospechas de 'dedazo' antes incluso de comenzar, se visibiliza el olvido hacia los trabajadores de RTVE, pese a contar con años de méritos que rara vez se valoran frente a fichajes del exterior. Es un golpe a la moral de la plantilla. Se transmite la idea de que no sirve de nada esforzarse si quienes logran hacerse famosos en otras cadenas siempre tendrán preferencia». Además, pusieron el foco en estos fichajes «estrella». «Resulta paradójico hablar de renovación cuando se recurre a profesionales asentados en la sesentena, cuya carrera ya tocó techo hace años», concluye la nota. Los trabajadores consideran que contar para el futuro de RTVE en «sus glorias que brillaron en el pasado» es «pan para hoy y hambre para mañana». «Muchos de estos flamantes presentadores fueron pioneros en su tiempo porque RTVE, en décadas pasadas, apostó por ellos cuando eran jóvenes promesas. Hoy, para poder salvar la credibilidad de la casa solo resucita o nombra consagrados informadores que ya dieron lo mejor de sí».