La gente joven compra aldeas abandonadas en Galicia: muchos hacen proyectos y otros compran para huir de la ciudad

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Carlos y Ana tienen en mente diversos proyectos para desarrollar en una aldea abandonada en el norte de España. “Restaurar la aldea y hacer varias casas para vivir juntas varias familias o hacer un proyecto de ecoterapia”, explica Carlos. Por ello, han visitado una propiedad en Arzúa pegada al río que tiene no solo una ubicación excelente, sino también espacios increíbles, como unos molinos tradicionales en la planta baja con los que antaño se hacía harina. Clotilde y su hermano son los dueños de la aldea, que además de una casa principal, consta de varios alpendres. Para ellos, ya jubilados, es una odisea ponerse a pensar en restaurar estas propiedades y, por ello, han recurrido a Aldeas Abandonadas Inmobiliarias para hacérselas llegar a parejas como la de Carlos y Ana. Así, desde luego, se pone cada vez más freno a la despoblación rural. Solo hay que conectar al que necesita vender con el interesado en comprar y revitalizar la zona.Una propiedad con mucha historiaClotilde les explica todo al madrileño y la mexicana en esta visita. Cómo se usaban los molinos, cómo estaba dividida la casa, quién vivió en ella y por cuánto tiempo, dónde estaban las cuadras de los animales, por qué la venden… todo. Mientras, Carlos y Ana están encantados con la historia que envuelve la casa y que, para ellos, les hace conocer también el modo de vida y la cultura rural gallega, además de entender el valor de la propiedad. Esta, en concreto, cuesta entre cien mil y doscientos mil euros. Situada pegada a un río (de ahí la existencia de los molinos), los jóvenes nos cuentan que tienen que estudiar la propuesta, especialmente, la parte técnica. Luego, valorarán la oportunidad, a la que le ven bastante potencial. Si no les convence, saben que tienen más opciones donde buscar y tirarán también hacia comunidades como Asturias o Cantabria, donde se estila la misma situación.Una moda cada vez más conocida: comprar aldeas abandonadasLa realidad es que, como esta pareja, hay muchas otras personas que cada vez se están animando a comprar propiedades abandonadas para restaurarlas, darles un fin lucrativo o personal y, además, revitalizar el rural gallego. Elvira Fafián, gerente de Aldeas Abandonadas Inmobiliarias, cuenta que son varios los grupos de amigos que se alían a modo de cooperativa para comprar una aldea y restaurar una casa para cada uno. “Nosotros animamos sobre todo a los que tienen proyectos, para que cuenten con nuestra ayuda, la del concello, la diputación… y que todos tengamos la oportunidad de recuperar espacios idílicos como este”. Además, la gerente pone el foco en que es la gente joven la que más se está lanzando a estas compras. Algunos son jóvenes que quieren recuperar las propiedades de sus abuelos que sus padres no quisieron restaurar, por ejemplo. Muchos acuden a estas oportunidades para huir del problema de la vivienda en las ciudades y, otros, quieren ya vivir alejados de ellas. Hay opciones, entonces, para crear proyectos personales, turísticos o inmobiliarios a través de estas aldeas abandonadas.