El calentamiento global causado por la actividad humana está aumentando las probabilidades de tener años con incendios forestales extremos en bosques alrededor del planeta.El actual cambio climático y los cambios en las actividades humanas en la naturaleza están multiplicando el riesgo de que haya incendios extremos. El cambio climático causado por el ser humano está aumentando la probabilidad de que ocurran años extremos de incendios en regiones boscosas de todo el mundo, lo que hace necesarias medidas proactivas para mitigar los riesgos y adaptarse a estos años extremos de incendios. Regiones de todo el mundo han experimentado años devastadores de incendios en la última década, con impactos de gran alcance. Clima extremo, incendios extremos El cambio climático antropogénico ha elevado significativamente la frecuencia de años con incendios forestales extremos en áreas boscosas globales. Bajo un clima contemporáneo (2011–2040), en comparación con un clima cuasi‑preindustrial (1851–1900), la probabilidad de registrar un año extremo de incendio forestal ha aumentado entre un 88 % y un 152 %, especialmente en bosques templados y amazónicos. Según un estudio reciente. Durante esos años extremos, se registró cuatro veces más incendios grandes y cinco veces más emisiones de carbono por fuego comparado con años normales. L os años extremos de incendios coincidieron con condiciones cálidas y secas excepcionales, con índices meteorológicos de incendio (Fire Weather Index, FWI) en niveles singulares, concretamente de eventos que se pueden ver 1 cada 15 años. Algunos de los efectos del cambio climático son las condiciones idóneas para propiciar los episodios de fuegos en los bosques. Las altas temperaturas hacen que la vegetación se seque más rápido, aumentando la materia inflamable. Las sequías más intensas, reducen la humedad del suelo y facilitan la expansión del fuego. Así como los vientos con rachas elevadas, que propagan las llamas de forma rápida y favorecen a la pérdida de control de estas. Artículo relacionadoQué hacer en caso de incendio forestal: consejos de autoprotección Cuando un incendio quema la vegetación, se produce una alteración del albedo. El suelo expuesto suele tener un albedo más bajo que la cubierta vegetal intacta, porque la tierra quemada es más oscura. Esto hace que la superficie absorba más calor solar. ¿Qué es el albedo? Mide la capacidad que tiene una superficie para reflejar la luz solar que recibe. Las superficies con alto albedo (como hielo o nieve) ayudan a refrescar el planeta porque reflejan gran parte de la energía solar. Las superficies con bajo albedo (como bosques oscuros, suelos secos o ciudades) absorben más calor, lo que puede contribuir al calentamiento local y global. Asimismo, la pérdida de sumideros de carbono es otro de los problemas, pues los bosques necesitan capturar CO2. Al quemarse, no solo dejan de capturarlo sino que lo liberan. Una retroalimentación constante La relación entre incendios forestales y el cambio climático es cada vez más estrecha y preocupante. Ambos fenómenos se retroalimentan en un círculo vicioso que agrava sus efectos en el planeta. Los incendios emiten unas elevadas cantidades de gases de efecto invernadero como el CO2 y el CH4 (dióxido de carbono y metano) que se liberan con la quema de la biomasa. Artículo relacionadoLa regla 30-30-30 en los incendios forestales: factores meteorológicos que suponen un riesgo Esto forma un bucle preocupante: al haber más calor, se producen más incendios que generan más emisiones, fomentan más calentamiento y en consecuencia, aún más incendios.Hasta el 22 de junio de 2025, España registró un total de 2.637 incendios forestales, de los cuales 1.716 fueron conatos (incidentes que afectaron menos de una hectárea) y 5 fueron grandes incendios forestales (GIF), definidos como aquellos que superan las 500 hectáreas de superficie afectada. Esta retroalimentación está haciendo que ciertas zonas del mundo sufran incendios más frecuentes, intensos y duraderos, incluso en regiones donde antes eran raros. Entre las acciones clave se encuentran la reducción de las emisiones globales y la protección de los ecosistemas forestales, fundamentales como sumideros de carbono.Asimismo, es vital invertir en la gestión forestal preventiva, el desarrollo de tecnologías de detección temprana y la promoción de la educación ambiental. Concienciar sobre los riesgos y las formas de prevenir este fenómeno es esencial, ya que está consumiendo, poco a poco, numerosos bosques de nuestro planeta.Referencia de la noticiaAbatzoglou J., Kolden C., 2025. Climate change has increased the odds of extreme regional forest fire years globally. Nature Communication.