Prisa por gobernar

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Feijóo y Abascal tienen una prisa tremenda y una tremenda obsesión por gobernar y sus acólitos verdadera angustia por coger un Ministerio, o una Subsecretaría, una Dirección General, algo aunque sea sin contenido, porque necesitan corresponder favores a sus admirados y modernísimos super empresarios de mentalidad feudal. Y tienen un cabreo superlativo desde que no fueron capaces de alcanzar mayoría absoluta. Menos mal, porque con el testimonio de su voto, no habríamos alcanzado el mínimo avance social y es seguro que tampoco habría bajado el paro, sino todo lo contrario, pues ya es bien conocida la política de banca y potentados del Ibex y sus seguidores, consistente en crecer sin freno, pero a base de absorciones, de eliminar competencia hasta alcanzar el oligopolio, en vez de trabajar más y ser más competitivos, y prescindir de la mayor parte posible del personal asalariado, para ganar más, no vendiendo más, sino reduciendo gastos.A pesar de los Feijóo, Abascal, Alvise, Tellado, Millán, Ndongo, Garriga, Semper, Muñoz, Cucas y cucos, la Constitución española, —sí, esa que ellos se niegan a cambiar y de la que solo conocen el artículo 155 y a pesar de todo les gusta especialmente una interpretación tipo Llarena o Peinado— especifica expresamente que el Presidente del Gobierno es elegido por mayoría del Congreso de los Diputados.En España la elección no es directa, porque no se elige al jefe del Estado, quien ya está elegido de antemano, pues ese puesto es propiedad del rey. Así pues, si no pueden ocupar el gobierno, que dejen de pensar en golpes de Estado y de achacárselo a los demás, que esperen y lo hagan bien, si saben, pero será que no saben, porque el caso es que solamente se centran en intentar derribar al gobierno, en criticarlo con fábulas malintencionadas como lo de “Gobierno Frankenstein” ¿acaso ellos no quisieron obtener el apoyo necesario para obtener mayoría, aunque no lo consiguieron? Eso es parte importante de su mosqueo.[articles:338696]Pues bien: el “gobierno Frankenstein” es una falacia. Es imposible su existencia. La Coalición de Gobierno, es una figura política y jurídica perfectamente legal y legítima, a la que es legítimo recurrir, igual que ellos también han recurrido siempre que les ha sido necesario, cuando no hay mayoría absoluta. Pues añadiremos: quienes hemos sufrido tres períodos de gobierno en mayoría absoluta, sabemos, lo reconozcamos o no, el gran problema de concentrar todo el poder en solo un par de manos. Hemos conocido el gravísimo riesgo de asimilarse a la dictadura y por fortuna queda una mayoría en el Estado español que, por haberla vivido, o por conocimiento del carácter de las dictaduras, por principios, ni de broma queremos volver a vivirla.En dictadores, o casi, se convirtieron por igual Felipe González, José María Aznar y Mariano Rajoy, de cuyas leyes “de la patada en la puerta” o “mordaza”, queda buen recuerdo y la última todavía está vigente, entre otras muchas decisiones lesivas de los tres presidentes. De eso tenemos amplia experiencia los andaluces, a quien se nos privó por decreto, de una fábrica de automóviles que en dos ocasiones había pedido instalarse en Sevilla, o se nos quitó la segunda compañía de electricidad del Estado, que pagaba aquí sus impuestos y trabajaba por la industrialización de Andalucía —Motivo de más para ser combatida por Aznar y Martín Villa—, con el burdo pretexto de “racionalizar el sector eléctrico”, pese a ser Sevillana la única gran eléctrica con un territorio definido y justo poco antes de liberalizar el sector, esta, exigencia de la U.E.Su “labor” de oposición de PP-Vox es denunciar con o sin base, utilizando los amplios medios a su alcance (Abogados cristianos, “manos limpias”, UCO, etc.) e inmediatamente, en cuanto un juez afín admite la denuncia incluso sin documentación, acción desaconsejada por el Supremo, e imputa a la persona denunciada, la tratan desde su púlpito como si ya estuviera condenada. Porque la denuncia, cuele o no cuele, se pone precisamente para pretextar la exigencia de dimisión. Aunque luego y antes defiendan la Gürtel, la púnica, la caja B, Mazón, González Amador o Montoro, entre otros muchos.Su intención es emborronar, crear confusión, acusar a base de adjetivos, sin datos, sin ni siquiera argumentos, con objeto de ganarse al sector más desinformado, solo espectador pasivo de las televisiones reaccionarias, únicos capaces de hacer caso a adjetivos sin aportación alguna de datos o documentación a esas acusaciones no probadas.