Los españoles consumimos una media de 139 litros de agua embotellada al año, en un sector que mueve alrededor de 1.500 millones de euros anuales. A esto se suma otro dato relevante: la calidad del agua del grifo en España es, en general, buena, aunque presenta diferencias según la zona. Destacan positivamente ciudades como Burgos, San Sebastián o Madrid, frente a otras como Zaragoza, Teruel o buena parte de la costa mediterránea, donde el agua es más dura o presenta más sabor.Inodora, incolora e insípida… sí, en teoría. Pero el agua embotellada se ha convertido en la bebida favorita de los españoles. "De diez años para acá, la gente nos pide más agua que vino o cerveza", asegura Ramón Fernández, jefe de sala del restaurante Pancipelao, especializado en cocidos. Según él, el agua embotellada y el vino tinto son imprescindibles en la mesa cuando se sirve un guiso tradicional.En España, el 98% de los municipios cuentan con agua potable, lo que nos sitúa como un país privilegiado en este ámbito. Sin embargo, la percepción y la calidad del agua varía. En Sevilla, por ejemplo, se sienten orgullosos de su suministro. "El agua de Valencia tiene mucha cal", afirma un joven sevillano. Cuando le preguntamos por la de su ciudad, responde entusiasmado: "¡Estupenda!... te deja el pelo... fenomenal".La demanda de agua sigue creciendo, en cualquiera de sus formatos. En Barcelona, una vecina nos comenta: "El agua del grifo para mí no es buena... tiene mucho calcio". Y aunque la rivalidad futbolística sigue viva entre Madrid y Barcelona, en cuanto al agua, hay cierto consenso: "La de Madrid es la mejor de España. La de Barcelona... no", afirma con rotundidad una barcelonesa.La obligación legal de ofrecer agua del grifo gratis en hostelería no ha perjudicado al mercado del agua embotellada. Al contrario: la producción ha aumentado año tras año, alcanzando los 7.000 millones de litros. Con un 46 % del total del consumo, el agua embotellada es la bebida más consumida en España, por delante de los refrescos y los zumos.Javier Vázquez, propietario de 'La Caníbal', una de las tabernas más populares del madrileño barrio de Lavapiés, explica: "Nosotros filtramos el agua y, nada más sentarse, ofrecemos una frasca de agua filtrada. Pero también tenemos aguas embotelladas, con y sin gas".Probamos ambas con un cliente. Le preguntamos: "¿Cuál te gusta más?". Tras pensarlo, responde: "Más o menos, la diferencia es poca. Una se nota más embotellada, y la otra se nota que es más gruesa". Miguel, otro cliente, lo tiene más claro: "Para mí, mi agua es mi agua. Entonces, tiraría de mi grifo siempre… además, es más asequible".Síguenos en nuestro canal de WhatsApp y no te pierdas la última hora y toda la actualidad de antena3noticias.comPuedes ver el informativo completo 'Noticias Fin de Semana' en Atresplayer.