Triana recibió a Loli con los brazos abiertos en la noche de las despedidas. Era el cierre de la Velá del barrio pero a Loli Durán se le dio la bienvenida como la hija que es del barrio Voluntad. Junto a su grupo de amigas ha protagonizado uno de los vídeos más virales del momento , cuando en un arranque de compás se entonó por Rocío Jurado en esa recogida tras acabar la fiesta. Pero es que la fiesta siguió por su cuenta, a su aire, a sabiendas de que las estaban grabando, pero poco importaba, porque ese 'Qué no daría yo' de la Jurado vendría a revolucionar los corazones de todos los que han podido ver y oír el vídeo. Ahora tocaba otro cantar, el de verbalizar todo lo que está pasando. Subida al escenario junto a una amiga y micrófono en mano Loli Durán revivió con sus palabras el momento que ya se ha hecho único y que viene a mostrar la verdadera esencia del arrabal sevillano, que se encuentra vivo y a pleno rendimiento gracias a sus vecinos y vecinas. «Vengo con mi amiga Mari que somos del coro Entre dos ríos» , señalaba Loli al presentador. «Íbamos con dos o tres amigas y empezamos a cantar y así empezamos y nos salió el 'Qué no daría yo'», algo tan simple pero que ha removido más de lo que ellas mismas esperarían. «Agua y papas fritas» habían tomado esa noche, explicaba la protagonista entre risas. «Veníamos de haber estado esa noche aquí», señalaban. «Estoy muy satisfecha por lo que me han puesto y las cosas que me han dicho tan bonitas, pero estoy muy nerviosa . Se lo dedico a todo el público, me salga como me salga. Se lo dedico a mi coro, porque han pasado cosillas pero es el que me tiene 'levantá' . Se lo dedico a todos ustedes, pero lo siento, va pa'arriba», señalaba antes de empezar a cantar, porque Loli había subido para eso y Triana la estaba esperando. Las colombianas que cantara Rocío Jurado resonaron en la voz de Loli: «Quisiera ser jardinera del jardín de tu sonrisa» , entonaba. El silencio se hizo sepulcral en un Altozano que había vibrado cada tarde y cada noche con su Velá y solamente para escucharla. Ahora sabemos por qué Loli emociona. Se deja la piel, el alma, la voz. La emoción sale sola, sin artificios. Merece la pena dejarse llevar por su cante, por su forma de llegar. «Gracias Triana», se despedía al final , que no paraba de pedirle 'otra' y fue cuando retumbó el 'Qué no daría yo' que recordaba a esa recogida de amigas volviendo a casa como si la fiesta no acabase. «El vídeo si estoy satisfecha más que nada es porque en verdad se han escuchado tantas palabras bonitas que les recuerdan a sus padres, a sus madres, a sus abuelos, y para mí ha sido un honor después de todo lo que se ha armado, que ha sido bien grande».