La elección judicial no deja de dar sorpresas. Primero, el INE declaró válida la elección a pesar de numerosas irregularidades. Ahora, semanas después, decide sancionar a quienes se beneficiaron con esas mismas trampas. ¿Justicia electoral? No parece. ¿O un castigo diseñado para no incomodar a nadie? Tal vez.La operación acordeón pasará a la historia, sin duda. Por sus consecuencias, contradicciones y por la tibieza institucional con la que fue sancionada.A MESES SIN INTERESESEste lunes, el Consejo General del INE aprobó imponer sanciones económicas a candidaturas ganadoras de cargos judiciales por beneficiarse de propaganda ilegal: los famosos acordeones con nombres y cargos.De los principales cargos en disputa, nadie quedó fuera. De acuerdo con Animal Político, fueron multados los nueve ministros de la Suprema Corte, incluidos Hugo Aguilar (próximo presidente de la Corte, con apenas 39 mil pesos de multa), Loretta Ortiz (127 mil), Yasmín Esquivel (95 mil) y Lenia Batres (44 mil).También están en la lista los ganadores de la Sala Superior del Tribunal Electoral, buena parte del nuevo Tribunal de Disciplina Judicial, además de jueces de distrito, magistrados regionales y hasta integrantes de tribunales locales.¿El total? 18 millones de pesos en multas.El castigo vino con facilidades. Según Excélsior, el INE permitirá que cada persona pague su multa en parcialidades. También podrán decidir en qué orden las cubren. Primero una, luego otra. Sin presión.Las sanciones no pueden superar el 10% del tope de gasto de campaña. Se calculan con base en la capacidad de pago de cada juez, magistrado y ministro. ¿El resultado? Una justicia escalonada: la trampa fue colectiva, pero la sanción fue individual y con facilidades.EL FONDO DEL ASUNTODurante la discusión, el pleno del INE de nuevo mostró sus fracturas. Seis consejeros votaron a favor de las sanciones. Cinco en contra.La presidenta del INE, Guadalupe Taddei, argumentó que no había pruebas suficientes para comprobar que los acordeones alteraron el resultado. Dijo que no se pudo medir su distribución física, ni verificar los digitales. Todo quedó en el aire. Sí, pero no. No, pero sí.Pero Jaime Rivera, consejero electoral, fue más claro. Dijo que sólo estructuras con poder político o coactivo pudieron organizar una operación de esa magnitud. Partidos, gobiernos o incluso grupos delincuenciales.Rivera también recordó que desde mayo el INE había declarado a los acordeones como propaganda ilegal. Por eso, aunque las multas fueran simbólicas, era necesario actuar.Aunque la presidenta Claudia Sheinbaum dijo no estar de acuerdo, sobre todo, porque parten de un tema central: la contradicción del INE. Primero dijeron que los acordeones no influyeron. Después, que sí.Ahí coincidió un poco con la mandataria, pero con una diferencia: desde antes se debió reconocer el peso de la operación acordeón. Porque ahora, el nuevo Poder Judicial se estrena con irregularidades, con trampas, con contradicciones. Todo lo contrario a lo que se prometió con la reforma judicial.Aún falta que el Tribunal Electoral defina si hubo irregularidades reales. Pero su historia reciente muestra que prefiere no incomodar a Palacio Nacional. Mientras tanto, los nuevos juzgadores ya se alistan para rendir protesta. Multados, sí. Pero con cargo oficial en mano.EL DATO INCÓMODOCada mexicano ya debe 133 mil 500 pesos. La deuda pública llegó a 17.8 billones de pesos en junio, según Hacienda. En 2018, era de 10.4 billones. ¿El aumento? Casi un 70% en seis años. La austeridad republicana no deja de endeudarnos.The post Democracia en abonos chiquitos first appeared on Ovaciones.