Los centros de datos de IA disparan las facturas de luz en EE.UU.

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El auge de la inteligencia artificial generativa está dejando una huella visible más allá de las pantallas: está influyendo directamente en lo que millones de personas pagan cada mes por su consumo eléctrico. Una reciente investigación reveló que los centros de datos dedicados a IA están impulsando fuertes aumentos en las facturas de electricidad en varias regiones de Estados Unidos.¿Por qué los centros de datos consumen tanta energía?Imagina un centro de datos como una ciudad entera llena de ordenadores trabajando sin descanso, día y noche. Estos equipos, necesarios para procesar modelos como ChatGPT o motores de generación de imágenes, requieren enormes cantidades de electricidad para funcionar y, además, mantenerse fríos.Esto no es solo una cuestión de computación. Cada cálculo que realiza un sistema de IA necesita hardware especializado, como GPUs, que demandan más potencia que los servidores tradicionales. Y como los modelos se hacen más complejos, también crece el consumo.El caso del sistema eléctrico PJMEl estudio publicado por The Washington Post y respaldado por datos del operador de red PJM Interconnection —uno de los más grandes de EE.UU., que cubre a 67 millones de usuarios en estados como Indiana, Maryland, Pensilvania, Ohio o Virginia— mostró una relación directa entre el crecimiento de estos centros y el aumento del coste de la energía.Por ejemplo, en ciudades como Filadelfia, la factura típica subió unos 17 dólares. En Columbus, Ohio, el alza fue aún mayor: 27 dólares mensuales más, lo que representa alrededor de 240 dólares extra al año. ¿La razón? La carga eléctrica que generan los centros de datos de IA.¿Cómo se fijan los precios de la electricidad?No se trata solo del consumo inmediato. Las compañías eléctricas deben pagar por capacidad, es decir, por la disponibilidad de suficiente energía para cubrir picos de demanda, incluso si no se llega a utilizar. Estas capacidades se subastan cada año, y las pujas recientes se han disparado.Según datos del informe, los precios en estas subastas crecieron un 833% en un solo año. Este salto se debe en gran medida a la necesidad de garantizar suficiente energía para alimentar a los centros de datos existentes y los que están por construirse. Se estima que tres cuartas partes del aumento en los precios de capacidad se deben directamente a estos centros.¿Puede el sistema eléctrico soportar esta presión?La advertencia de los expertos es clara: estamos ante un posible cuello de botella. Según el economista Joseph Bowring, autor de un informe de monitoreo independiente, «los centros de datos podrían saturar la red». Y con un sistema energético envejecido, ya sometido a tensiones durante olas de calor o tormentas invernales, esta presión adicional podría desencadenar apagones o fallos.En respuesta, algunas empresas tecnológicas están optando por soluciones extremas. Microsoft y Google, por ejemplo, han comenzado a operar sus propios reactores nucleares para alimentar sus infraestructuras. Otras mantienen operativas plantas de carbón como medida temporal.Impacto ambiental y desigualdadEl problema no solo es económico. El impacto ambiental es enorme. Las emisiones de carbono, el uso intensivo de agua para refrigeración (se habla de consumo similar al de lagos enteros) y el mantenimiento de energías fósiles plantean serias preocupaciones ecológicas.Además, hay una cuestión de justicia energética. En estados como Virginia, donde se concentran más de 590 centros de datos (según Data Center Map), las autoridades están ofreciendo exenciones fiscales a las empresas tecnológicas para atraer sus inversiones. Eso significa que mientras los gigantes tecnológicos ahorran, los ciudadanos cubren los costes a través de facturas más altas.En cambio, estados como Ohio han decidido tomar medidas: los reguladores han ordenado que las empresas de centros de datos paguen más por el uso de la red, con el objetivo de financiar las actualizaciones necesarias del sistema eléctrico.¿Qué alternativas hay?Frente a este panorama, se están planteando varias posibles soluciones:Mayor eficiencia energética en los centros de datos, adoptando tecnologías que reduzcan el consumo por operación.Incentivar el uso de energías renovables locales para alimentar estos centros, reduciendo su huella de carbono.Revisar los marcos fiscales y de subsidios para que las grandes tecnológicas contribuyan proporcionalmente al coste que generan en la red.Fortalecer las redes eléctricas con inversión pública y privada para evitar colapsos futuros.Una factura que pagamos todosMientras disfrutamos de asistentes de texto, traductores automáticos o generadores de imágenes, muchas veces no somos conscientes de la infraestructura que lo hace posible. Pero detrás de cada interacción con una IA, hay una cadena de consumo energético que ya está teniendo efectos tangibles en nuestras vidas cotidianas.El verdadero desafío es equilibrar el avance tecnológico con la sostenibilidad económica y ambiental, garantizando que el desarrollo de la IA no se convierta en una carga para los usuarios ni para el planeta.La noticia Los centros de datos de IA disparan las facturas de luz en EE.UU. fue publicada originalmente en Wwwhatsnew.com por Natalia Polo.