Cuando el calor aprieta, la factura de la luz también: el uso de aire acondicionado, ventiladores o los frigoríficos a pleno rendimiento disparan el consumo energético durante los meses de verano. Sin embargo, los dispositivos del hogar inteligente se presentan como grandes aliados no solo para ahorrar, sino también para mejorar la comodidad en casa. Automatización, sensores inteligentes y programación horaria permiten reducir el gasto sin renunciar al confort. Seguir leyendo