Desde que James Gunn es presidente de DC Studios junto a Peter Safran, ha sido muy claro en su postura con el desarrollo de proyectos: es posible que atisben una franquicia de fases amplísimas estilo Marvel Studios, pero no van a empezar a rodar ninguna película sin el guion terminado. Gunn asegura que han llegado a cancelar películas que ya tanteaban fecha de estreno porque no les había convencido el guion (o comienzo de él) que les había llegado, y así ha convertido un requisito tan obvio como cada vez más flexible a nivel generalizado en mandato empresarial.Porque lo cierto es que ponerse a rodar un blockbuster sin guion terminado, en base a que ya tiene confirmada una fecha de estreno, es una rutina en la que Hollywood lleva tiempo instalado. Mientras que The Batman: Parte II ha tardado tanto en empezar a rodarse según los esfuerzos de Matt Reeves (conduciendo, de paso, a ciertas sospechas con que algo no iba bien en la película), nos topamos con Marvel Studios manteniendo este estilo, incluso cuando lleva ya años en que sus largometrajes y series no tienen una acogida tan calurosa como antaño.Este verano ha ocurrido que tanto DC como Marvel han estrenado una película con la que quieren reconectar con las esencias. Ambas, Superman y Los 4 Fantásticos: Primeros pasos, han tenido críticas positivas, y ahora lo que viene detrás de ambas es respectivamente toda una Fase 1 para DC (Capítulo 1: Dioses y monstruos) así como un díptico de crossovers estilo lo que sucedió en la Fase 3 del MCU. De Infinity War/Endgame, a las películas de Vengadores con el subtítulo Doomsday y Secret Wars que vuelven a dirigir Joe y Anthony Russo.Doomsday se estrena el 18 de diciembre de 2026, luego del estreno de Spider-Man: Brand New Day el 31 de julio. Es un proyecto enormemente complejo así que empezó a rodarse hace meses, en abril de este año, solo que coincidiendo con la Comic Con de San Diego nos hemos enterado de una noticia alarmante: Vengadores: Doomsday se está rodando sin un guion terminado. Marvel ha vuelto a cometer ese error.Mal empezamosLa revelación ha venido por parte de Rebecca Romijn, que regresa como Mística en Doomsday siendo parte del grupo de X-Men veteranos que reaparecen y se extiende a James Marsden, Ian McKellen, Patrick Stewart, Alan Cumming y Kelsey Grammer como Cíclope, Magneto, el Profesor X, Rondador Nocturno y Bestia. Es uno de los grandes reclamos de Doomsday: que entre su multitud de personajes, nos reencontremos con los X-Men de la antigua Fox antes de presentar una nueva generación.Lo que ha dicho Romijn es que ya ha rodado escenas para Doomsday pero no sabe si tiene que volver al set un día de estos a grabar más, “porque todavía no han terminado de escribir el guion”. Romijn, que interpretó a Mística por última vez en 2006 para La decisión final (sin contar un cameo en X-Men: Primera generación), intervino como parte del reparto de Star Trek: Discovery, aunque no tardaron en preguntarle por Marvel. “Ni confirmo ni desmiento que haya leído el guion entero”, bromeó.Antes que ella, otros actores como David Harbour (Red Guardian) o el citado Grammer han revelado que nunca llegaron a ver un guion terminado en las películas donde trabajaron, manejándose con diálogos sueltos o detalles escuetos de la trama. El guion de Doomsday corre a cuenta de Stephen McFeely (llegado de Endgame) con la asistencia de Michael Waldron (Loki), y aunque sean nombres sólidos, no deja de ser alarmante que Marvel persista en esta conducta. Una a la que Kevin Feige llamó en cierta ocasión, y refiriéndose a unas “reescrituras diarias” como líder de Marvel Studios, “parte de nuestro proceso creativo”.A lo que normalmente lleva empezar a rodar sin guion es a que tenga que haber reshoots, con la fama consiguiente en la industria. Romijn seguramente se refiriera a estos, lo que nos lleva a una tesitura delicada teniendo en cuenta la escala del proyecto: Doomsday (sin contar todavía Secret Wars) costaría alrededor de 300 millones de dólares teniendo en cuenta la complejidad de su producción, con tantísimos actores conocidos, y tener que estar lidiando con cambios de rumbo o actualizaciones del plan no parece la mejor forma de prosperar.