La logística 'roba' a los posibles camareros, una «especie en extinción» en Guadalajara

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El sector de la hostelería y el turismo en Guadalajara afronta, desde hace tiempo, con «inquietud y angustia» las crecientes dificultades que tiene para encontrar personal tanto formado como sin formar. No es algo que les pille de sorpresa, de ahí que una de sus apuestas esté en conseguir que se potencien los ciclos formativos vinculados con personal de sala, camareros y otros oficios. Una situación que se ha puesto de manifiesto este lunes en el IV Foro de Hostelería de la provincia en la Sala Tragaluz del Buero Vallejo. Una reunión en la que todo el sector comparte novedades, problemas, experiencias y alegrías. Y en la agenda del día, cuestiones como 'El camarero, una especie en extinción'. En el foro han participado el presidente de la Federación de Turismo y Hostelería de Guadalajara, Juan Luis Pajares; el concejal de Turismo, Víctor Morejón; la delegada de Economía, Empresas y Empleo, Susana Blas, y la diputada de Turismo, Arantxa Pérez. Según Pajares, la falta de personal de la que se quejan no es algo que se dé exclusivamente en Guadalajara, sino en toda España; una situación que les produce «intranquilidad y desasosiego», porque cada día les cuesta más encontrar gente, tanto formada como sin formar, para un oficio en el que tradicionalmente uno se iba formando y profesionalizando desde joven. Para el presidente de la Federación de Turismo y Hostelería de Guadalajara hay distintas razones que explican esta realidad: la perdida del prestigio que en su día tuvo la profesión, las condiciones laborales, el salario, una mayor dificultad para la conciliación de la vida familiar y laboral, así como el hecho de que «aquí se trabaje cuando otros se divierten». Hasta hace relativamente pocos años, los jóvenes estudiantes se sacaban un dinero como camareros en verano. Sin embargo, ahora, en el caso de Guadalajara, hay otras alternativas como la logística. «Tenemos una preocupación bastante grande», ha reconocido Pajares. Por otro lado, «los ciclos de cocina están saturados y los de personal de sala tienen muy poca demanda». De ahí que ya estén trabajando en intentar mejorar las condiciones tanto salariales como laborales de estos empleados, «aunque aún queda camino por recorrer».