Alemania. Imagen de Karlheinz Pape en Pixabay. El Gobierno de Alemania estaría considerando imponer el requisito de visado a los ciudadanos colombianos debido al creciente número de solicitudes de asilo.Así lo confirmó el vicecanciller colombiano, Mauricio Jaramillo, quien sostuvo que se han intensificado los diálogos diplomáticos con Berlín para evitar que la medida se concrete.“Nosotros tuvimos una rueda de prensa con el comisionado alemán para temas migratorios, y fue muy claro en enviar un mensaje para que no se abuse de la figura del asilo”, señaló Jaramillo para W Radio al referirse a una de las causas principales que estarían llevando al gobierno alemán a considerar un cambio en su política migratoria frente a Colombia.Actualmente, los colombianos no necesitan visa para ingresar a Alemania (ni al resto del Espacio Schengen) si la estancia es por turismo, negocios u otros motivos no laborales por un máximo de 90 días dentro de un período de 180 días. No obstante, las solicitudes de asilo han venido en aumento, lo que ha encendido alertas en el gobierno alemán.El asilo es una figura del derecho internacional que permite a una persona solicitar protección en otro país cuando enfrenta persecución en el suyo por motivos como raza, religión, nacionalidad, opiniones políticas o pertenencia a un grupo social. Su uso indebido, por motivos económicos o migratorios que no se ajustan a los criterios establecidos, ha sido motivo de preocupación para las autoridades europeas.Jaramillo indicó que se ha trabajado junto a la embajadora en Berlín, Yadir Salazar Mejía, para intensificar campañas informativas y promover un uso adecuado de la figura. “Estamos compartiendo información con las autoridades alemanas y trabajamos en orientar a los ciudadanos para que viajen con la documentación adecuada y no se abuse de esta figura”, precisó el vicecanciller.Aunque hasta ahora Alemania no ha tomado una decisión formal, Jaramillo señaló que el diálogo se mantiene abierto y fluido con las autoridades europeas, destacando que Colombia es uno de los países con los que Berlín mantiene una relación migratoria activa.