Ruido y basura: El Puerto 'revienta' contra el turismo de borrachera desde los beach clubs

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El hartazgo vecinal ha estallado en El Puerto. Los residentes han dicho basta al ruido, los destrozos y el descontrol asociado al turismo de borrachera que se ha adueñado de algunas zonas de la ciudad durante los meses de verano. La protesta ha sido convocada por la plataforma ciudadana El Puerto para Vivir, que ha organizado una concentración este lunes 28 de julio a las 20.30 horas, en el templete del Paseo de La Puntilla, junto al aparcamiento de La Calita. Su objetivo es visibilizar el malestar de los vecinos ante lo que califican como una situación de “impunidad” por parte de los locales de ocio nocturno en la zona de Puerto Sherry.Concentración en el Paseo de la Puntilla.Según denuncian los residentes, estos establecimientos "funcionan como discotecas a pie de playa incumpliendo la normativa vigente", lo que convierte sus noches en auténticas pesadillas. Los gritos, el alboroto y la música a todo volumen se prolongan hasta altas horas de la madrugada, especialmente en el centro y en las inmediaciones de la zona costera."Basta ya de vender nuestra ciudad"Durante la protesta, celebrada a pocos metros de las discotecas y locales de moda de Puerto Sherry, los vecinos alzaron la voz con consignas como: “¡El Puerto no se vende, El Puerto se defiende!”, “¡Basta ya de vender nuestra ciudad!” y “¡Esto no es turismo, esto es vandalismo!”. Entre pancartas y ruido, reclamaron un modelo turístico más sostenible que no atente contra su calidad de vida.Pancartas durante la protesta.Carteles llevados a la concentración.No se trata solo del ruido. Los residentes denuncian también actos vandálicos y destrozos en diferentes puntos de la ciudad. Hace unos días, un joven arrancó uno de los paraguas del toldo decorativo de la plaza de la Herrería, y cerca del recinto del Puro Latino Festival aparecieron farolas dobladas y señales de tráfico derribadas.A ello se suma la acumulación de basura en la zona del pinar de Puerto Sherry, un enclave natural que cada vez presenta una imagen más degradada. Las papeleras desbordadas, restos de botellas y desperdicios se han convertido en el paisaje habitual junto a los locales de moda.Los vecinos exigen al Ayuntamiento y a las autoridades competentes que actúen con firmeza y pongan fin a esta situación.