Debía el armisticio devolver la paz y el martes han continuado los reproches y las balas. Tailandia ha acusado a Camboya de "violar deliberadamente" el acuerdo alcanzado el lunes por el que se comprometían a cesar sus ataques a medianoche. Lo ha negado Phnom Penh y tras un tormentoso intercambio dialéctico parece que ambos países siguen aferrados al armisticio. La jornada, en cualquier caso, subraya tanto su fragilidad como la desconfianza sedimentada en los dos vecinos del sudeste asiático tras décadas de fragorosas disputas territoriales.Seguir leyendo....