Estados Unidos y China retoman negociaciones comerciales en Estocolmo en medio de crecientes tensiones. Imagen: Flickr futureatlas.com.Las delegaciones de Estados Unidos y China reanudaron sus conversaciones en la capital sueca con la intención de aliviar las tensiones arancelarias que amenazan con escalar a una guerra comercial abierta entre ambas potencias económicas.Según información de Reuters, las reuniones, que comenzaron en la sede del gobierno sueco, Rosenbad, se desarrollan en un clima de cautela. Si bien no se espera un acuerdo inmediato, los diplomáticos podrían acordar una extensión de 90 días a la actual tregua comercial que expirará el 12 de agosto.Esto abriría la puerta a una eventual reunión entre los presidentes Donald Trump y Xi Jinping más adelante este año, aunque el mandatario estadounidense negó estar presionando para ese encuentro.El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, y el viceprimer ministro chino, He Lifeng, encabezan las conversaciones. La jornada del lunes se prolongó por más de cinco horas sin declaraciones públicas por parte de ninguno de los equipos.Recomendado: Europa respira aliviada, pero con reservas, tras nuevo acuerdo comercial con Estados UnidosEn caso de no llegar a un entendimiento antes del plazo, los aranceles estadounidenses podrían regresar a niveles superiores al 100 %, una medida que tendría graves repercusiones en las cadenas de suministro globales y podría equivaler, de hecho, a un embargo comercial bilateral.Este nuevo intento de acercamiento se da pocos días después de que Washington firmara importantes acuerdos comerciales con la Unión Europea y Japón. En particular, el pacto con la UE establece un arancel del 15% sobre la mayoría de sus exportaciones a Estados Unidos, mientras que el acuerdo con Japón contempla condiciones preferenciales para la importación de chips y productos farmacéuticos.En paralelo, el diario Financial Times reportó que Washington habría pausado ciertas restricciones tecnológicas a China con el fin de no entorpecer las negociaciones. Trump, sin embargo, desmintió en redes sociales tener interés especial en reunirse con Xi, aclarando que solo viajaría a China si la invitación parte de su homólogo.El clima político en Estados Unidos podría también afectar el curso de las negociaciones. En Washington, senadores de ambos partidos se preparan para presentar legislación contra el régimen chino por su política hacia minorías, disidentes y Taiwán.A esto se suma la intención del presidente taiwanés, Lai Ching-te, de posponer un viaje a territorio estadounidense, el cual podría haber encendido aún más los ánimos en Pekín.Recomendado: Premercado | Bolsas mixtas tras acuerdo comercial entre EE. UU. y Europa; inversores esperan resultados corporativosLos antecedentes más inmediatos de estas negociaciones incluyen rondas previas realizadas en Ginebra y Londres durante mayo y junio, en las que se discutieron temas como la reducción de aranceles de represalia y el restablecimiento de exportaciones clave, como minerales de tierras raras, esenciales para la industria tecnológica y militar.De acuerdo con Reuters, las diferencias estructurales persisten. Washington critica el modelo económico chino centrado en subsidios estatales y exportaciones, mientras que Pekín considera que las restricciones estadounidenses a sus productos tecnológicos son medidas proteccionistas encubiertas.Scott Bessent ha manifestado que Washington busca un reequilibrio en la economía china, orientándola hacia un consumo interno más robusto, una demanda que lleva décadas sobre la mesa sin mayores avances.Los expertos coinciden en que estas negociaciones con China son mucho más complejas que los recientes acuerdos alcanzados por Estados Unidos con otros socios asiáticos.El control chino sobre materias primas estratégicas, como los minerales e imanes de tierras raras, sigue siendo un factor de peso en cualquier negociación futura.