Volvía El Cid a Cuatro Caminos después de inmortalizar a Vengativo, el excelso toro de Victorino. Y se encontró esta vez con el armónico Tamizado, un buen toro, con mucha clase. Apuesta segura era señalar en la quiniela el lote del del sevillano, que mantiene un idilio eterno con la fortuna en cada sorteo y un romance con Santander. ¡Cómo se le quiere! «¡Eres el resucitador de la feria!», le gritaron. El que más de verdad se ganó en el ruedo la sustitución de Cayetano, en una temporada de despedida sin apenas despedida (según el parte presentado, sufrió un percance en un tentadero). Por derecho propio su inclusión en este cartel, aunque un torero tan puro como Morante se ofreciese... Ver Más