Canciller (e) Rosa Villavicencio. Foto: Cancillería de Colombia.La Procuraduría General de la Nación abrió investigación disciplinaria contra la canciller encargada, Rosa Yolanda Villavicencio, por su papel en la firma del nuevo convenio para la fabricación de pasaportes en Colombia.La decisión también cobija a Alba León Herrera, gerente de la Imprenta Nacional y a Elvira de las Mercedes Sanabria Salazar, secretaria general encargada de la Cancillería.El convenio fue suscrito el pasado 18 de julio entre el Ministerio de Relaciones Exteriores, a través del Fondo Rotatorio, y la Imprenta Nacional de Colombia.Firma de convenio para pasaportes. Imagen: Cortesía de la Cancillería. Sin embargo, para la sala de instrucción disciplinaria de la Procuraduría, existen señales de que “posiblemente transgrede principios de planeación y economía de la contratación estatal”.El Ministerio Público cuestiona que no hay evidencia de estudios previos ni documentos técnicos que justifiquen la celebración del contrato.Tampoco hay claridad sobre el acto administrativo que delegó a la secretaria general (e) la competencia para firmar dicho convenio. Estos vacíos, en opinión del ente de control, comprometen la legalidad del proceso y podrían constituir una omisión de los deberes funcionales de las tres funcionarias.La investigación se centra en determinar si, en medio de la urgencia por resolver la crisis de expedición de pasaportes, las funcionarias implicadas incurrieron en faltas disciplinarias al no respetar los principios que rigen la función pública.Para la Procuraduría, la falta de soporte técnico en el nuevo esquema de contratación pone en entredicho no solo la validez del convenio, sino la transparencia de las decisiones adoptadas desde la Cancillería.“Debido a las fallas en la planeación del nuevo esquema para el suministro de pasaportes, se observa una omisión al deber que le asiste a los funcionarios de cumplir con los principios que regulan la contratación estatal y la función administrativa”, señala la Procuraduría.Este nuevo capítulo se suma a la ya accidentada historia reciente de la política de pasaportes en Colombia.