La inteligencia artificial está dejando de ser una herramienta exclusiva de empresas tecnológicas o usuarios con grandes recursos. Esa es la apuesta de Fidji Simo, la nueva directora de Aplicaciones de OpenAI, quien quiere que esta tecnología funcione como una extensión accesible de nuestras capacidades diarias: para aprender, cuidar de nuestra salud, crear, e incluso emprender.Quién es Fidji Simo y por qué importa su llegada a OpenAISimo no es ajena a los grandes retos. Su paso por Facebook, donde lideró la aplicación principal, y luego su rol como CEO de Instacart, le dieron fama de ser una ejecutiva que sabe transformar ideas complejas en servicios cotidianos. En Instacart, por ejemplo, logró que pedir la compra por internet pasara de ser un lujo ocasional a un hábito común en millones de hogares.Ahora en OpenAI, su misión no es simplemente desarrollar productos con ChatGPT o DALL-E, sino asegurarse de que estas herramientas se diseñen y distribuyan pensando en la equidad. Su enfoque es claro: evitar que la IA se convierta en un privilegio exclusivo de quienes ya tienen ventaja.De lujo a necesidad: la visión de la IA como utilidad públicaEn palabras de Simo, “toda transición tecnológica puede ser una oportunidad para redistribuir el poder o para concentrarlo más”. Es una frase que resume bien el dilema actual de la IA: puede ser una palanca para mejorar la vida de millones o un muro que amplíe la desigualdad.Su objetivo es que la IA deje de ser percibida como un servicio de élite para convertirse en algo tan esencial como la electricidad o el acceso a internet. Una herramienta siempre disponible, sin importar nivel educativo, recursos económicos o ubicación geográfica.Inteligencia artificial como tutor, médico y asesor económicoUno de los pilares del plan de Simo es convertir la IA en un acompañante personalizado para distintas necesidades humanas. Para entenderlo mejor, pensemos en escenarios concretos:Aprendizaje al alcance de todosImagina tener un profesor particular para cada tema que quieras aprender, disponible las 24 horas, que se adapta a tu ritmo y estilo de aprendizaje. Esa es la visión que Simo plantea: que cualquier persona, desde niños hasta adultos mayores, pueda acceder a un tutor impulsado por IA que ayude a entender matemáticas, aprender un idioma o prepararse para una entrevista laboral.Esto podría reducir significativamente la brecha entre quienes pueden pagar clases particulares y quienes solo dependen de sistemas educativos públicos, muchas veces saturados o desactualizados.Un sistema de salud más comprensibleSimo conoce de cerca los retos de vivir con enfermedades crónicas y la frustración que implica navegar por términos médicos incomprensibles. Por eso propone una IA que actúe como intérprete y orientador de salud: explicando diagnósticos, sugiriendo preguntas para hacer al médico y ayudando a tomar decisiones informadas.Este acompañamiento no sustituiría a profesionales de la salud, pero sí podría reducir la ansiedad y mejorar la autonomía de los pacientes en un sistema que muchas veces resulta opaco o inaccesible.Asesoramiento financiero para todosOtro de los usos clave de la IA según Simo es el acompañamiento económico: ayudar a las personas a entender sus finanzas, planificar gastos o incluso lanzar un pequeño negocio. Hoy en día, contar con un asesor financiero es un lujo. Pero con herramientas automatizadas, cualquiera podría recibir orientación básica sobre presupuestos, impuestos o estrategias de ahorro.El verdadero desafío: acceso equitativoLa idea suena prometedora, pero hay una barrera clara: el acceso. Si estas funciones solo están disponibles en versiones de pago o requieren conocimientos técnicos avanzados, los beneficios volverán a quedar en manos de los mismos de siempre.Simo lo sabe y lo reconoce. Por eso insiste en que el diseño de productos debe contemplar accesibilidad desde el inicio. Es decir, no sólo pensar en interfaces sencillas, sino también en modelos de negocio que no excluyan a los más vulnerables.Riesgos de una falsa democratizaciónLos críticos señalan que muchas promesas de «IA para todos» acaban traduciéndose en suscripciones premium y modelos freemium que solo muestran una parte del valor real. O que estas herramientas podrían eliminar empleos a un ritmo mayor que el de creación de nuevas oportunidades.También preocupa que, si el conocimiento y los servicios se canalizan a través de pocas plataformas privadas, acabemos confiando nuestro aprendizaje, salud o economía a algoritmos que no entendemos y que no siempre rinden cuentas.El dilema ético y el rol de OpenAISimo asume un cargo de gran peso: definir no solo productos, sino también una filosofía de desarrollo tecnológico. Está en juego algo mucho mayor que una cuota de mercado: qué tipo de futuro estamos construyendo con la IA.OpenAI tiene la oportunidad de convertirse en una institución que, en lugar de replicar los errores del pasado, trace un camino distinto: uno donde la inteligencia artificial potencie a los millones que aún no tienen voz ni recursos.Claro, la visión es ambiciosa y los obstáculos son reales. Pero también lo es el potencial de una IA verdaderamente incluyente: una herramienta que, bien diseñada, puede actuar como puente entre la desigualdad y la oportunidad.Claves para seguir esta transformaciónSi quieres observar cómo evoluciona este intento de hacer la IA más justa, estos son algunos puntos clave que vale la pena monitorear:Modelos de precios: ¿seguirá OpenAI apostando por versiones gratuitas potentes o todo se moverá a suscripciones?Alianzas con gobiernos o ONGs: colaborar con instituciones públicas puede ser clave para masificar el acceso.Regulación y transparencia: la claridad sobre cómo se entrenan los modelos y cómo se usan los datos es fundamental.Diseño centrado en el usuario: herramientas que funcionen incluso para quienes no están familiarizados con la tecnología.Educación digital: no basta con ofrecer la herramienta, también hay que enseñar a usarla de forma crítica y responsable.El camino está abierto. La pregunta es si el sector tecnológico estará dispuesto a cambiar sus prioridades para que, esta vez, el futuro no lo construya solo una élite, sino todos juntos.La noticia Fidji Simo: la nueva estrategia de OpenAI para que la inteligencia artificial beneficie a todos fue publicada originalmente en Wwwhatsnew.com por Natalia Polo.