El Mesón del Asador, con sede en Jerez, ha recibido una inesperada muestra de afecto que ha emocionado a sus responsables y ha captado la atención de muchos en redes. En su cuenta en redes, el establecimiento compartió una reseña escrita a mano por una pequeña clienta que visitó el local con su familia. El gesto ha sido definido por los propios dueños como “sin duda, la mejor recompensa”, agradeciendo públicamente a la autora del mensaje, una niña llamada Michelle.El restaurante, ubicado en el número 20 de la avenida Cruz Roja y en el número 2 de la calle Remedios, lleva desde 1990 especializado en carnes al carbón. A lo largo de los años ha recibido múltiples opiniones positivas, pero ninguna tan especial como la que dejó esta niña, escrita con ternura y espontaneidad. El texto se ha convertido en un reflejo de cómo las emociones sinceras también forman parte del éxito de un negocio.Un agradecimiento con mucho corazón“Hola me llamo Michelle y soy una clienta y me gustaría felicitaros por vuestro esfuerzo. Es decir, ¡qué cocináis genial”, comienza el agradecimiento, escrito con letra infantil y decorada con un dibujo de un corazón. La nota concluye con el mensaje: "Que sigáis así muchos años más”.El equipo del mesón no tardó en reaccionar, expresando su gratitud públicamente en redes sociales. A diferencia de las reseñas más formales que suelen aparecer en plataformas como Google Maps o Tripadvisor, este tipo de mensajes manuscritos, especialmente si provienen de niños, suelen resonar con una fuerza especial.En tiempos en que las reseñas de bares y restaurantes se han convertido en una poderosa herramienta de difusión, ya sea por críticas contundentes o por aportes emotivos como este, los negocios de hostelería valoran cada vez más este tipo de feedback humano y auténtico. En ocasiones, una nota breve puede alcanzar una mayor repercusión que una campaña de marketing tradicional.La historia compartida por el Mesón del Asador no solo muestra el impacto de una reseña sincera, sino también la relevancia que han adquirido estos testimonios en la era digital.