En diciembre del año pasado, el saudí Taleb al Abdulmohsen lanzó su coche a toda velocidad contra los visitantes de un mercado navideño en Magdeburgo , causando la muerte de seis personas y dejando alrededor de 300 heridos, muchos de ellos con secuelas tan graves que a fecha de hoy no han podido testificar ante la policía. Familiares de aquellas víctimas mortales han recibido ahora en los buzones de sus casas varias cartas que el terrorista ha enviado desde su celda en la prisión de Berlín, donde permanece a la espera de su juicio. En las cartas, manuscritas, se justifica y expone un «plan de venganza». Cita como su motivación que las autoridades alemanas querían supuestamente matar a refugiados musulmanes saudíes y mezcla palabras de disculpa con proclamas violentas. Para los familiares de las víctimas, estos argumentos pasan inadvertidos bajo la «tremenda impresión» que les ha causado saber que el asesino confeso tiene los datos de sus direcciones postales y sus domicilios. Se sospecha que las direcciones provienen de los documentos de la investigación y varios políticos de Sajonia-Anhalt han mostrado su indignación al respecto, al tiempo que recuerdan que la Fiscalía General está obligada no sólo a avanzar en la investigación, sino también a tener en cuenta la protección de las víctimas. «Por lo tanto, también es su tarea hacer todo lo posible para proteger a los familiares y evitar esta nueva traumatización», ha denunciado el portavoz de Justicia del grupo parlamentario liberal FDP, Guido Kosmehl . «En cualquier caso, los familiares debieron ser consultados previamente, sobre su deseo o disposición a recibir las cartas», ha dicho por su parte el presidente del grupo parlamentario del SPD en la comisión de investigación sobre el ataque, Rüdiger Erben . La Fiscalía de Naumburg, en Sajonia-Anhalt, ha confirmado que Taleb al Abdulmohsen ha escrito a cinco familiares. La decisión de enviar estas inquietantes cartas será considerada como un agravante en el proceso judicial, según ha avanzado el periódico local 'Magdeburger Volksstimme'. Las misivas han sido catalogadas por expertos como una forma de intimidación o contacto no autorizado y el acceso a datos personales de las víctimas ha desatado un debate sobre la protección legal durante los procesos penales. En una de las cartas se cita expresamente el odio a las autoridades alemanas como motivo del ataque. Y todas ellas muestran el mismo tono agresivo que se manifiesta en su comportamiento en la prisión. En repetidas ocasiones, ha amenazado al personal penitenciario, ha insultado a los investigadores de la Fiscalía y atrae reiteradamente la atención con rabietas por lo que considera un mal trato, según el poder judicial. Se ha comportado de manera poco cooperativa durante los interrogatorios y no está dispuesto a contribuir a la investigación. Los psicólogos forenses han determinado que este hombre de 50 años, médico de profesión, es «totalmente capaz de control y cordura, aunque se ha quejado de "terremotos en la cabeza" y confiesa que se imaginó a sí mismo en una «guerra real, cuyo resultado sería morir o matar». «Se trata de un hombre muy peligroso. Tiene una condena por violencia en Rostick en 2013 y en 2015. Se le dictó prisión preventiva por cargos de cinco asesinatos y múltiples intentos de asesinato tras el atentado. Saber que esta persona está al tanto de dónde vivimos quienes nos presentamos como acusación en el juicio contra él es todo menos tranquilizador y nos sentimos indefensos. No nos explicamos que las autoridades judiciales hayan permitido esto», ha declarado a medios locales uno de los familiares, que por motivos de seguridad prefiere permanecer en el anonimato. Algunos de los receptores de las cartas han optado por cambiar de domicilio y otros piden protección policial. Mientras tanto, el poder judicial de Sajonia-Anhalt se ocupa intensamente de la cuestión de cómo se puede organizar y garantizar la seguridad y el orden en el juicio contra Taleb al Abdulmohsen. Se espera que haya más de 100 demandantes conjuntos, varios cientos de participantes en el proceso, entre abogados, fiscales y testigos, además de un gran interés por parte del público. «En caso de acusación, el poder judicial debe garantizar una seguridad integral para todas las partes involucradas en el proceso, incluido el acusado. Y hasta ahora, no conozco ningún edificio en Sajonia-Anhalt que sea adecuado para un juicio de esta magnitud, que es único en la historia legal alemana», reconoce Klaus Tewes , portavoz de la Fiscalía de Naumburgo. La policía ha recibido, por otra parte, 57 denuncias contra los responsables de la ciudad de Magdeburgo, los operadores del mercado navideño y varios políticos locales por homicidio negligente, omisión y lesiones corporales peligrosas por omisión. A todo esto se suma ahora una investigación sobre cómo tuvo acceso el asesino a los datos de los familiares de las víctimas y sobre cuál de las partes de proceso ha cometido negligencia en la custodia de los datos confidenciales del procedimiento.