La ciencia ciudadana ha dado un salto colosal gracias a herramientas digitales que colocan el poder de la observación en la palma de la mano. Una de las más destacadas es iNaturalist, una aplicación gratuita que ha cambiado cómo se recopila información sobre biodiversidad. Si alguna vez has fotografiado una flor, un insecto o un ave con tu móvil y lo has subido a esta plataforma, podrías haber contribuido a una investigación científica sin siquiera saberlo.Qué es iNaturalist y cómo funcionaiNaturalist es una plataforma colaborativa disponible para iOS y Android que permite registrar observaciones de vida silvestre. Su funcionamiento es sencillo: tomas una foto, la subes a la app, y la comunidad ayuda a identificar la especie. Una vez confirmada, esta observación pasa a ser parte de una base de datos pública utilizada por científicos de todo el mundo.A diferencia de otras apps que confían en la inteligencia artificial para clasificar especies, iNaturalist apuesta por la inteligencia colectiva. Son los propios usuarios, desde aficionados a la biología hasta investigadores profesionales, quienes confirman las identificaciones, lo que genera datos altamente fiables para su uso académico.Datos que nutren a la cienciaSegún un nuevo estudio publicado en la revista BioScience, el uso de datos de iNaturalist en investigaciones revisadas por pares ha crecido más de diez veces en solo cinco años. Desde su fundación en 2008, la plataforma ha acumulado más de 200 millones de observaciones realizadas por más de 3 millones de personas.Estas cifras no son sólo grandes en números, sino también en impacto. Las observaciones aportan información sobre distribución de especies, cambios de hábitat, efectos del cambio climático, comportamientos animales y hasta colores y patrones de los organismos, algo vital para muchos estudios ecológicos y evolutivos.Contribuciones inesperadas desde el anonimatoUn ejemplo poderoso lo encontramos en Colombia. En 2011, un usuario común fotografió al escurridizo comadreja colombiana, una especie tan rara que hasta entonces no había sido capturada viva en una imagen. Esa observación se convirtió en base para un estudio científico publicado en 2019 sobre su distribución en áreas protegidas.Casos como este ilustran cómo cualquier persona, sin formación científica, puede realizar aportaciones valiosas para la ciencia. No se trata solo de sumar datos, sino de llenar vacíos críticos en el conocimiento de especies poco estudiadas o difíciles de encontrar.Una herramienta clave frente a la crisis de biodiversidadEl planeta atraviesa una crisis sin precedentes en cuanto a biodiversidad. Solo en EE.UU., se estima que 211 especies se han extinguido desde 2022, y 2.288 están en peligro o amenazadas, según datos del Center for Sustainable Systems de la Universidad de Míchigan.Ante esta situación, el acceso a información actualizada y confiable sobre las especies se vuelve esencial. Las instituciones muchas veces no tienen recursos suficientes para hacer un seguimiento constante de la fauna y flora. Allí es donde la ciencia ciudadana se convierte en un aliado estratégico.Del hobby al impacto globalAunque muchos usuarios usan iNaturalist por pasión, recreación o simple curiosidad, el resultado colectivo es mucho mayor. La plataforma ha sido citada en estudios científicos de 128 países y ha servido para analizar más de 638 familias taxonómicas.En palabras de Corey Callaghan, ecólogo de cambio global en la Universidad de Florida, el crecimiento exponencial de esta base de datos «ha cambiado de manera fundamental el panorama de la investigación sobre biodiversidad». Esta tendencia no muestra signos de desaceleración, lo que abre posibilidades sorprendentes para el futuro.El valor de cada observaciónUna mariposa en tu jardín, un ave en el balcón o un escarabajo en el bosque pueden parecer eventos triviales, pero para la ciencia pueden ser piezas de un rompecabezas ecológico mucho mayor. Cada registro ayuda a componer una imagen global de la biodiversidad que cambia día a día.El rol de plataformas como iNaturalist no es reemplazar el trabajo de expertos, sino complementarlo. Al igual que un enjambre de abejas puede recolectar polen de miles de flores en poco tiempo, una red de ciudadanos conectados puede reunir datos con una eficiencia inalcanzable para equipos científicos reducidos.Una invitación a participarLa próxima vez que salgas a caminar y veas una planta o animal que no reconoces, considera tomarle una foto y subirla a iNaturalist. Puede parecer un gesto menor, pero estás contribuyendo a una base de datos global que está ayudando a entender y proteger la vida en el planeta.En un mundo donde muchos sentimos que poco podemos hacer frente a los grandes problemas, estas acciones simples, repetidas por millones de personas, están marcando una diferencia real.La noticia Tu móvil también es una lupa científica: el impacto real de iNaturalist en la investigación biológica fue publicada originalmente en Wwwhatsnew.com por Natalia Polo.