De momento, los vaticinios de catástrofe total por hecatombe arancelaria han resultado errados. La muestra es que cuando Trump se hizo invitar el jueves pasado a la Reserva Federal para supervisar unas obras como un alcalde cualquiera, su presidente, Jerome Powell, lo recibió con una frase que le ablandó: «Enhorabuena, el país va muy bien». Así es: El desempleo se mantiene bajo. Los mercados financieros resisten (las bolsas están cerca de máximos históricos). El consumo interno sigue estable. No se ha producido el repunte inflacionario que muchos economistas anticipaban. La economía estadounidense desafía los pronósticos negativos del inicio de la guerra comercial . Y, mientras, Trump ha forzado una serie de acuerdos que siguen el mismo esquema. A la Unión... Ver Más