El secreto de Martín Berasategui para preparar un gazpacho perfecto

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La gastronomía española es uno de los grandes patrimonios culturales del país. En cada rincón de nuestra geografía se encuentran platos típicos que han traspasado fronteras y muchos de ellos se han convertido en símbolos universales de la dieta mediterránea . Uno de los más icónicos, especialmente cuando aprieta el calor, es el gazpacho . Esta bebida fría, elaborada a partir de ingredientes como el tomate , el pepino, el pimiento, el ajo, el pan y el aceite de oliva, ha logrado posicionarse como una de las recetas más reconocidas de la cocina española. Sin embargo, a pesar de su aparente sencillez, existen tantas formas de prepararlo como cocineros hay en las cocinas de España y no son pocos los que han compartido sus secretos para llevar esta mezcla a un nuevo nivel. Entre ellos destaca Martín Berasategui, uno de los chefs más conocidos del país, quien. en su libro 'Las 1.150 recetas definitivas', revela un truco sencillo pero tremendamente eficaz para conseguir un gazpacho mucho más sabroso . El consejo de Berasategui parte de una premisa clara: el sabor necesita tiempo . En ese sentido, en lugar de triturar todos los ingredientes en el momento y servir el gazpacho recién hecho, como se suele hacer en la mayoría de los hogares, el cocinero vasco propone un enfoque diferente que consiste en dejar que los ingredientes marinen antes de pasar por la batidora. La clave está en cortar todos los elementos de la receta (tomate maduro, pepino pelado, pimiento rojo y verde, ajo, pan del día anterior, un buen chorro de aceite de oliva virgen extra, vinagre y sal) y mezclarlos en un bol grande. Una vez troceados y combinados, se cubren cuidadosamente con papel film y se guardan en la nevera durante un día entero . Este reposo no solo sirve para que los ingredientes se enfríen, sino que permite que los sabores se asienten y se integren entre ellos. Según explica Berasategui, esta marinación previa logra que el pan se empape bien del jugo de las hortalizas, que el vinagre se reparta de manera uniforme y que el ajo no destaque por encima del resto, sino que aporte su intensidad de forma equilibrada. El resultado es un gazpacho más armonioso , con un sabor profundo y redondo, que no necesita más que unos pocos minutos de batidora al día siguiente para convertirse en una auténtica delicia. Cuando llega ese momento, basta con introducir todos los ingredientes ya macerados en el vaso de la batidora y triturar bien hasta obtener una textura fina. Es entonces cuando se añade el resto del aceite de la receta, vertiéndolo poco a poco mientras se sigue batiendo, lo que ayuda a emulsionar la mezcla y darle esa consistencia cremosa tan característica. Por último, si se desea un resultado más fino, se puede pasar por un colador, aunque no es imprescindible. Este pequeño gesto, que a simple vista puede parecer innecesario, cambia por completo el resultado final. El gazpacho gana en sabor, en cuerpo y en frescura . No es casualidad que este truco provenga de un chef que lleva años defendiendo que los detalles marcan la diferencia en la cocina. Para Berasategui, cocinar no es solo seguir una receta al pie de la letra, sino entender los tiempos de los ingredientes, sus reacciones y cómo se relacionan entre ellos . Así, un plato tradicional como el gazpacho, que en muchas casas se prepara casi de forma automática, puede transformarse en una experiencia sensorial mucho más rica simplemente con un poco de paciencia y mimo. Y es que, como suele decirse, con cariño todo sale mejor .