Francia ha encendido el debate económico y social al presentar un drástico plan de ajuste presupuestario que incluye medidas como congelar las pensiones, recortar el gasto social y, una de las más controvertidas, eliminar dos días festivos nacionales con el objetivo de aumentar la productividad y reducir el déficit público. Esta decisión ha generado una gran polémica entre la ciudadanía francesa y ha despertado el interés en otros países europeos, como España, donde algunos se preguntan si una medida similar podría implantarse en el futuro.Seguir leyendo....