Dos horas. Ese fue el tiempo que Starlink estuvo fuera de servicio en múltiples regiones del planeta. Poco más de 150 minutos de desconexión. Pero lo que parecía un fallo puntual en una red de internet satelital ha dejado ver algo mucho más profundo: el espejismo del internet infalible, de esa conectividad global y todopoderosa que no conoce límites geográficos ni cortes, se ha roto. Y no solo por un fallo técnico.Más que una interrupción: una alerta global Starlink no es una red cualquiera. En zonas rurales o remotas sin acceso a fibra, en regiones devastadas por fenómenos naturales, o en escenarios bélicos como Ucrania, Starlink ha sido, literalmente, el salvavidas digital. El pasado temporal DANA en Valencia dejó sin conexión a miles cuando la fibra cayó; los operadores pudieron recuperar la red móvil más rápidamente gracias a Starlink. Durante un apagón energético nacional, volvió a ser el único proveedor operativo y aprobó con nota. En Xataka Móvil Ya podíamos hablar y enviar mensajes sin cobertura gracias al satélite. Tras el verano, también podrás usar algunas app 'top' Por eso, cuando Starlink se cayó durante esas dos horas, el problema no fue solo que algunos usuarios no pudieran ver vídeos en YouTube o asistir a reuniones por Zoom. Fue que dejó de funcionar en zonas sensibles, como partes de Ucrania, donde el acceso a internet no solo coordina ayuda humanitaria, sino que también controla operaciones militares como el despliegue de drones.Starlink ya no era invulnerable. Y ese es el verdadero golpe.Una red en la que se había depositado fe ciega {"videoId":"x86j7pe","autoplay":true,"title":"Así funciona la tecnología 5G mmWave y su enorme velocidad", "tag":"", "duration":"141"} Desde su lanzamiento, el sistema satelital de SpaceX prometía algo revolucionario: llevar internet de alta velocidad a cualquier rincón del mundo. Y durante mucho tiempo, cumplió. Su despliegue fue rápido, su cobertura eficaz, y su latencia sorprendentemente baja para un sistema satelital. En medio de desastres naturales, guerras, o apagones eléctricos, Starlink demostraba que un internet resiliente, independiente de infraestructuras terrestres, era posible gracias a la comunicación láser y al argón, entre otras tecnologías revolucionarias.La reciente caída pone en jaque esa narrativa. La propia compañía, en un comunicado oficial, reconoció que se trató de “un fallo en servicios clave del software interno que soportan el núcleo operativo del sistema”. Y aunque cerraron el mensaje asegurando que “abordarán la causa raíz del problema para garantizar que no vuelva a ocurrir”, la realidad es clara: ningún sistema es infalible y no pueden garantizar que no volverá a ocurrir otra caída, sea por el motivo que sea.Entre software, soberanía y geopolítica La cuestión va más allá de la tecnología. Starlink no es solo un sistema de telecomunicaciones: también es un actor geopolítico. Elon Musk ha intervenido directamente en decisiones críticas sobre el uso del servicio. En más de una ocasión, se ha reportado que el empresario limitó el acceso a Starlink en determinadas áreas de Ucrania para evitar ciertos ataques ofensivos, lo que deja claro que su control no es únicamente técnico, sino también político. En Xataka Móvil Las tormentas solares están acelerando la muerte de satélites Starlink. Y no es lo único que juega en su contra Ese es otro de los riesgos. Un único operador con control total sobre una infraestructura global clave crea dependencia. Y cuando esa infraestructura se vuelve crítica, la falta de alternativas se vuelve peligrosa.Por eso, aunque el tropiezo de Starlink no deba generar pánico, sí debe encender una alerta. No solo por la posibilidad de más fallos técnicos (que vendrán, porque es inevitable), sino por la urgente necesidad de diversificar proveedores y reforzar la soberanía digital.Alternativas en el horizonte El dominio de Starlink es absoluto, y no debería serlo. Amazon ya trabaja en su propio proyecto, Kuiper, que ya ha comenzado a lanzar miles de satélites para ofrecer servicio a finales de 2025. China no se queda atrás con Qianfan, su constelación satelital estatal. Y Canadá también entra en el juego con Telesat. En Xataka Móvil Starlink quiere jugársela a las teleco con su nueva tarifa: llega la conexión de respaldo por 9 euros Europa, por su parte, ha comenzado a mover ficha y a acelerar algunos movimientos. La Comisión Europea promueve proyectos como IRIS² y Govsatcom, dos constelaciones de satélites propios que buscan asegurar conectividad estratégica sin depender de actores externos. Porque no se trata solo de tecnología, sino de garantizar acceso, autonomía y resiliencia frente a futuros eventos, tanto técnicos como políticos.Un sueño que debe seguir, pero con los pies en la tierraEl internet global, onmipresente e infalible sigue siendo una aspiración necesaria. Especialmente en un mundo que enfrenta desastres naturales cada vez más frecuentes, conflictos geopolíticos más impredecibles y una creciente digitalización de todo lo esencial: educación, sanidad, seguridad, logística...Pero esa aspiración necesita sustentarse en redundancia, descentralización y responsabilidad compartida. Ya no podemos permitir que todo dependa de un único actor, por eficiente que parezca. Si algo nos enseñó este apagón de dos horas, es que no podemos poner todos los datos en la misma órbita.En Xataka Móvil | Si la pregunta es si hay un número de usuarios para que Starlink deje de funcionar bien, la respuesta la tiene un pueblo de EEUU. (function() { window._JS_MODULES = window._JS_MODULES || {}; var headElement = document.getElementsByTagName('head')[0]; if (_JS_MODULES.instagram) { var instagramScript = document.createElement('script'); instagramScript.src = 'https://platform.instagram.com/en_US/embeds.js'; instagramScript.async = true; instagramScript.defer = true; headElement.appendChild(instagramScript); } })(); - La noticia No solo fue una caída de dos horas de Starlink. El problema es cómo se esfumó el sueño de un internet 'omnipresente' fue publicada originalmente en Xataka Móvil por plokiko .