Los fundamentos de la democracia espaรฑola

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Hay quien (entre los apoltronados del sistema) se siente lastimado, ofendido, preocupado, desorientado, interpelado, etc., etc., porque la ciudadanía no se ha tragado del todo el anzuelo casposo de la Transición: la Constitución del 78, la Constitución del "borrón y cuenta nueva".Se incomodan con la ciudadanía crítica porque esta ha puesto sobre la mesa la simple y llana verdad: la Transición dio la espalda a la muy muy sangrienta represión franquista durante 40 años de dictadura y más; es decir: el "pacto de silencio", finalmente, claro que no ha cuajado y, correctamente y con razón, ha sido ya ampliamente denunciado como una estrategia franquista que sigue teniendo a la monarquía borbónica como clave de bóveda y los muertos en las cunetas. El régimen del 78 ha quedado, por tanto, con el culo al aire. Y esto, más unas prácticas corruptas (que vienen de muy atrás) sobre todo de la derechona, hacen tambalearse el sistema. Una situación de crisis que la derechona intenta controlar con gritos, racismo, fango...๐—˜๐—ป๐˜๐—ผ๐—ป๐—ฐ๐—ฒ๐˜€, ๐—ต๐—ฎ ๐—พ๐˜‚๐—ฒ๐—ฑ๐—ฎ๐—ฑ๐—ผ ๐—ฐ๐—น๐—ฎ๐—ฟ๐—ผ, ๐—ฎ ๐—ฝ๐—ฒ๐˜€๐—ฎ๐—ฟ ๐—ฑ๐—ฒ ๐—น๐—ฎ ๐—ฝ๐—ฟ๐—ผ๐—ฝ๐—ฎ๐—ด๐—ฎ๐—ป๐—ฑ๐—ฎ ๐—ถ๐—ป๐—ณ๐—ถ๐—ป๐—ถ๐˜๐—ฎ ๐˜† ๐—ฝ๐—ฎ๐˜€๐˜๐—ผ๐˜€๐—ฎ ๐—ฑ๐—ฒ "๐—น๐—ฎ ๐—บ๐—ผ๐—ฑ๐—ฒฬ๐—น๐—ถ๐—ฐ๐—ฎ ๐—ง๐—ฟ๐—ฎ๐—ป๐˜€๐—ถ๐—ฐ๐—ถ๐—ผฬ๐—ป", que los fundamentos de nuestra democracia no están ni en una Constitución prudentemente amañada por el franquismo en connivencia con élites económicas que exigían todo el pastel, ni en una monarquía bastante "ligera de cascos" (léase: Juan Carlos I y la fortuna que ha amasado y su huida del país).[articles:333491]Los fundamentos de la democracia española naturalmente que están en ๐—ฒ๐—น ๐Ÿญ๐Ÿฐ ๐—ฑ๐—ฒ ๐—ฎ๐—ฏ๐—ฟ๐—ถ๐—น ๐—ฑ๐—ฒ ๐Ÿญ๐Ÿต๐Ÿฏ๐Ÿญ ๐˜† ๐—ฒ๐—ป ๐—ฎ๐—พ๐˜‚๐—ฒ๐—น๐—น๐—ฎ ๐—น๐˜‚๐—ฐ๐—ต๐—ฎ ๐—ฝ๐—ผ๐—ฟ ๐—น๐—ฎ ๐—น๐—ถ๐—ฏ๐—ฒ๐—ฟ๐˜๐—ฎ๐—ฑ ๐—ฑ๐—ฒ ๐˜๐—ฎ๐—ป๐˜๐—ผ๐˜€ ๐˜† ๐˜๐—ฎ๐—ป๐˜๐—ผ๐˜€ ๐—ฒ๐˜€๐—ฝ๐—ฎ๐—ปฬƒ๐—ผ๐—น๐—ฒ๐˜€ ๐—พ๐˜‚๐—ฒ, ๐—ฐ๐—ผ๐—ป ๐—ถ๐—ป๐—บ๐—ฒ๐—ป๐˜€๐—ฎ ๐—ด๐—ฒ๐—ป๐—ฒ๐—ฟ๐—ผ๐˜€๐—ถ๐—ฑ๐—ฎ๐—ฑ ๐˜† ๐˜ƒ๐—ฎ๐—น๐—ผ๐—ฟ, ๐—ฑ๐—ถ๐—ฒ๐—ฟ๐—ผ๐—ป ๐˜€๐˜‚๐˜€ ๐˜ƒ๐—ถ๐—ฑ๐—ฎ๐˜€ ๐—ฝ๐—ผ๐—ฟ ๐—ฑ๐—ฒ๐—ณ๐—ฒ๐—ป๐—ฑ๐—ฒ๐—ฟ ๐—น๐—ฎ ๐—ฑ๐—ฒ๐—บ๐—ผ๐—ฐ๐—ฟ๐—ฎ๐—ฐ๐—ถ๐—ฎ ๐˜† ๐—ฝ๐—ฎ๐—ฟ๐—ฎ๐—ฟ ๐—ฎ๐—น ๐—ณ๐—ฎ๐˜€๐—ฐ๐—ถ๐˜€๐—บ๐—ผ. La democracia española, frente al caciquismo, el surrealista monarquismo borbónico, las dictaduras militares, los afanes totalitarios de una iglesia católica escorada hacia el más duro conservadurismo, la codicia de la banca española, etc., tiene sus claras y esperanzadoras raíces en la I y la II Repúblicas. Esto, tan sencillo, es lo que la actual derecha española no quiere reconocer (sus razones tendrán...)Solamente la violencia político-militar pudo parar entonces el programa reivindicativo y emancipador, laico y crítico, de la II República. Hoy, como ayer, a 50 años vista de la muerte del dictador (y su, tan esperada, expulsión del "Valle de los Caídos"), recordemos la verdadera esencia de esos fundamentos democráticos (que, gracias al movimiento ciudadano de la memoria histórica, la Transición no ha logrado sepultar): Fascismo nunca más.