El Córdoba Live, el Festival de la Guitarra de Córdoba han concluido con más de 80.000 espectadores y 22.500 respectivamente. El primero ha contado con 14 conciertos entre junio y julio, entre los que se cuentan artistas como Manuel Carrasco, Amaral, Juan Magán o Los Pecos. El segundo con 25 espectáculos, entre ellos el de Texas, Blind Guardian, La Casa Azul o Viva Suecia. A ellos se les suma el Califa Fest, que contó con cuatro conciertos en junio -Camela, Los Caños, Omar Montes y Marta Santos- y continuará en septiembre y octubre. Si hace años la vida cultural de Córdoba decaía tras el mayo festivo, la ciudad se ha convertido en poco tiempo en un importante núcleo de conciertos veraniegos, en ocasiones con varios grandes ciclos a la vez, aderezados con otros de pequeño formato, como recitales flamencos o citas como la Noche Blanca. Este fenómeno, parece, casi con toda probabilidad, que va a ir a más. «Los eventos se han multiplicado por España y por todo el mundo. La gente, y no sólo la joven, consume más eventos; si antes iban a dos conciertos de media al año, ahora van a seis», indica Chris Ortiz, fundador de la productora Riff. «Todo esto se ha incrementado tras la pandemia y el confinamiento, donde la gente prefiere consumir eventos al aire libre , gastándose el dinero en ellos antes que en joyas, abrigos o antigüedades», resume. Riff ha sido una de las organizadoras del Córdoba Live, cuya gestión parte, como rememora Ortiz, de una carencia de Córdoba: la imposibilidad de organizar conciertos de grandes estrellas. Ellos empezaron precisamente a finales de la primera década del siglo XXI a traer artistas como Lenny Kravitz, John Fogerty, Mark Knopfler o Alejandro Sanz , algo que decayó debido a la competencia con otras ciudades, ya que la ciudad sólo contaba con el aforo de la Plaza de Toros. A su juicio, el Córdoba Live ha solucionado este aspecto. El fundador de Riff cree igualmente que una ciudad como Córdoba puede absorber perfectamente el número de conciertos que actualmente tiene entre junio y julio, para lo que rememora numerosas citas que se pueden dar a la vez, sin ir más lejos, en ciudades como Granada, Málaga o la Costa del Sol. Comparte esa opinión el director del Córdoba Live, Pablo Lozano , para quien lo importante es la coordinación: «En la misma noche hay gente que ha podido visitar, gracias al horario, dos festivales o, en el mismo fin de semana, ha ido un día a uno y otro a otro; la programación no se ha pisado , y para eso es importantísima la coordinación», señala, recalcando también la diversidad de estilos en cada propuesta. Lozano liga a los festivales con el buen resultado de los hoteles en diversos fines de semana tras el mayo festivo, al igual que Chris Ortiz. «Hemos llegado a una ciudad que necesitaba un festival como éste, la mayoría de ciudades de Andalucía y las grandes ciudades de España tienen un festival, y a Córdoba le faltaba un espacio así », añade Lozano. El responsable del festival también destaca la colaboración público-privada. Muy contento con el resultado de sus conciertos se muestra también el CEO de Grupo Mundo , Daniel Rodríguez, organizador de Los Califas Fest , precisamente con la plaza de toros como centro neurálgico. Su punto de vista difiere, porque considera que el mes de julio puede absorber perfectamente la oferta de tantos conciertos, pero no así otros, sin ir más lejos junio, «pues se termina saturando el mercado con el exceso de oferta». Para Rodríguez resulta clave la planificación atendiendo a las fechas exactas en que los conciertos al aire libre funcionan bien en la ciudad: «A mi entender son mayo, junio, primera quincena de julio, septiembre, octubre y un poquito de noviembre, aunque esto último es jugártela por las posibles lluvias». Para el responsable de Grupo Mundo, Córdoba se puede considerar ahora mismo « una ciudad principal en el circuito de conciertos de este país y sobre todo de Andalucía». Ahora mismo, en la región, «es la tercera provincia en asistencia de público y número de conciertos». Entre los motivos que baraja para que se haya producido este logro, y en consonancia con lo que comentaba también para ABC Chris Ortiz, está la inversión para conseguir aumentar los aforos. De nuevo la plaza de toros es clave. Y, en general, espacios lo suficientemente amplios. La ciudad ha superado así una vieja carencia y ha entrado de lleno en el mapa nacional de los grandes festivales. Córdoba no solo ha logrado llenar sus espacios, sino también diversificar su oferta y atraer a públicos muy distintos. Todo apunta a que este nuevo modelo cultural ha llegado para quedarse. Y para crecer.