Más de 1.000 personas murieron desde el domingo 13 de julio en el sur de Siria en los enfrentamientos que involucran a combatientes drusos, beduinos y las Fuerzas Armadas gubernamentales, afirmó este domingo el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH). Además, la escalada de violencia también dejó más de 128.000 desplazados.El balance de muertos incluye 336 combatientes y 298 civiles de la minoría drusa, de los cual 194 fueron “ejecutados sumariamente por personal de los ministerios de Defensa e Interior”, indicó el OSDH.También murieron 342 miembros de las fuerzas de seguridad gubernamentales y 21 beduinos sunitas, tres de ellos civiles “ejecutados sumariamente por combatientes drusos”. Otros 15 miembros de las fuerzas gubernamentales murieron en bombardeos israelíes, según la fuente.Puede leer: Pasajeros de un barco en llamas saltan al agua presas del pánico en Indonesia En tanto, las Naciones Unidas informó este domingo que en la última semana de violencia fueron desplazadas más de 128.000 personas.“Hasta la fecha, un total de 128.571 personas han sido desplazadas desde el inicio de las hostilidades”, según un informe de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), que añade que el desplazamiento desde la provincia de Sweida “aumentó drásticamente el 19 de julio, con más de 43.000 personas desplazadas en un solo día”.El gobierno de Siria confirmó que los enfrentamientos en la ciudad de Sweida, en el sur del país, terminaron tras la intervención de las fuerzas de seguridad y la retirada de combatientes tribales.“Tras los intensos esfuerzos del Ministerio del Interior para implementar el acuerdo de alto el fuego, tras el despliegue de sus fuerzas en las regiones norte y oeste de la gobernación de Sweida, se evacuó a todos los combatientes tribales de la ciudad y se cesaron los enfrentamientos en sus barrios”, indicó en Telegram el portavoz del Ministerio del Interior, Noureddine al-Baba.El presidente interino Ahmed al Sharaa, anunció el sábado un alto el fuego inmediato en el marco de un acuerdo mediado por Estados Unidos para evitar una intervención militar israelí. No obstante, medios locales reportaron que los combates continuaban en otras zonas de la provincia.El acuerdo fue confirmado por el enviado especial de Estados Unidos para Siria, Tom Barrack, quien aseguró que tanto el presidente interino Ahmed al-Sharaa como el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu aceptaron una tregua negociada por Washington.Barrack añadió que Turquía y Jordania respaldaron el pacto. “Llamamos a drusos, beduinos y sunitas a deponer las armas y construir una identidad siria unida”, escribió en la red social X.Por su parte, el ministro israelí de Relaciones Exteriores, Gideon Saar, afirmó el sábado que hoy en día “es muy peligroso pertenecer a una minoría” en Siria.“En la Siria de Sharaa es muy peligroso pertenecer a una minoría — kurda, drusa, alauita o cristiana-. Esto se demostró en múltiples ocasiones durante los últimos seis meses”, manifestó Saar.La comunidad internacional tiene “el deber de garantizar la seguridad y los derechos de las minorías en Siria y de condicionar la reintegración de Siria en la familia de las naciones a su protección”, añadió, mientras continúan los enfrentamientos violentos entre tribus beduinas sunitas con combatientes drusos en el sur del país.El Ministerio de Sanidad de Israel comunicó que los suministros, entregados a las Fuerzas Armadas israelíes, serán trasladados a un hospital sirio que resultó gravemente afectado por los combates.El ministro de Sanidad israelí, Uriel Buso, declaró: “Es bien conocido que somos hermanos de la comunidad drusa, pero más allá de eso estamos obligados por una ‘alianza de vida’. No podemos estar parados mientras miembros de una comunidad dentro o fuera de Israel está en peligro”.Por su parte, el director general del Ministerio, Moshe Bar Siman Tov, subrayó “los valores que guían el sistema sanitario de Israel y nuestra antigua alianza con la comunidad drusa”, resaltando que “entregar ayuda médica a los heridos es una obligación moral”.De esta manera, Siria vuelve a atravesar un contexto de grave inestabilidad tras la caída del dictador Bashar al Assad en diciembre, derrocado por ofensivas conjuntas de yihadistas y rebeldes bajo el liderazgo de Hayat Tahrir al Sham (HTS). Las autoridades instauradas desde entonces, encabezadas por Ahmed al Sharaa (anteriormente conocido como ‘Abú Mohamed al Golani’), han enfrentado problemas de seguridad interna, marcados por la violencia sectaria, pese a las promesas de estabilización.Fuente: InfobaeSigue las noticias de Falcón, Venezuela y el Mundo en www.notifalcon.com síguenos en Instagram y Twitter @notifalcon y en Facebook: Diario NotiFalcón