La figura de Cleopatra ha visitado a menudo los escenarios, desde Shakespeare a Haendel, pero la reina egipcia -«¡Qué nariz!», se admiraba Astérix en una de sus historietas!- tiene en nuestros días el rostro, bellísimo, de Liz Taylor , protagonista de una icónica película que dirigió Joseph L. Mankiewicz hace algo más de sesenta años. La figura de una mujer poderosa en un mundo masculino, extraordinariamente culta e inteligente, y convertida con el paso de los siglos en una verdadera leyenda, es un atractivo irresistible para los creadores. Lo saben bien en Mérida, en cuyo teatro romano ha estado dos veces solo en los últimos diez años: en 2015, de la mano de Emilio Hernández, con una obra, 'César y... Ver Más