Un cambio en la dirección del viento traerá consigo rachas de más de 50 kilómetros por hora, según ha anunciado la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). El fenómeno comenzará a notarse a partir de la madrugada del viernes 25 de julio, con especial incidencia en la Bahía de Cádiz. Las previsiones apuntan a un incremento de las temperaturas máximas.Además del cambio en las temperaturas, el viento podría afectar a quienes planean disfrutar de la playa el fin de semana, ya que estas rachas pueden dificultar la estancia en la arena y suponer un riesgo para quienes no aseguren adecuadamente sombrillas y otros objetos. En este sentido, las autoridades recomiendan extremar las precauciones, sobre todo en las horas centrales del día, cuando el viento puede alcanzar mayor intensidad.Alerta amarilla en el litoral y el EstrechoPara el sábado se ha emitido una alerta amarilla por fenómenos costeros tanto en el litoral de Cádiz como en el Estrecho de Gibraltar. Según ha comunicado la Aemet, se espera “viento de Levante de 50 a 61 km/h (fuerza 7) en torno a Tarifa y mar adentro en zona de Trafalgar”, lo que podría generar condiciones peligrosas para la navegación y la actividad marítima recreativa.Este tipo de alerta implica riesgo moderado, por lo que se recomienda a la población mantenerse informada y seguir las indicaciones de las autoridades locales. Las zonas más expuestas serán las comprendidas entre Tarifa y el entorno de Cabo Trafalgar, donde el viento de levante suele impactar con más fuerza.Además del viento, el levante suele ir acompañado de un ambiente seco y caluroso, lo que se traduce en un aumento generalizado de las temperaturas. Este fenómeno podría complicar aún más la situación, sobre todo para personas vulnerables o en municipios del interior donde el calor se deja sentir con mayor intensidad.De cara al final del fin de semana, la Aemet ha avanzado que a partir del domingo podría producirse un cambio en la dirección del viento, lo que abriría la puerta a una leve bajada de temperaturas a partir del lunes. El levante, habitual en esta época del año, representa un desafío para los municipios costeros, tanto por su impacto en el turismo como por los riesgos que entraña para la seguridad en las playas. Por ello, desde Protección Civil y los servicios de emergencias se insiste en la importancia de la precaución y la responsabilidad ciudadana durante estos días.