Diego Ventura deslumbra en Santander

Wait 5 sec.

SANTANDER.– La plaza de toros de Santander fue este domingo el escenario de una actuación seria y comprometida de Diego Ventura, quien dejó constancia de su maestría en una tarde donde la técnica, el temple y la cercanía se combinaron con momentos de riesgo y emoción. Una faena tras otra, Ventura fue construyendo una obra de toreo a caballo que, aunque no siempre tuvo reflejo en las concesiones del palco, sí caló hondo en el público que llenaba los tendidos.Te puede interesar: Keylor Navas estaría a nada de cerrar como nuevo portero de PumasCon su primer toro, Ventura ofreció una faena que destacó por su equilibrio entre la precisión técnica y la intensidad. Desde los primeros compases con Nivaldo, firmó cites frontales y quiebros a caballo parado que pusieron al público en tensión. La faena ganó en emoción con Bronce, ejecutando suertes sin cabezada, toreando por la cara y metiéndose en terrenos de máxima exigencia, donde la cercanía con los pitones y la limpieza en la ejecución dieron brillo al conjunto. Cerró la labor con las cortas al violín montando a Guadiana, ralentizando la suerte y buscando siempre la expresión. Sin embargo, el pinchazo al intentar rematar la faena dejó el resultado en una ovación que reconoció la calidad y la entrega mostradas.Su segunda actuación mantuvo el tono alto. El toro salió suelto, pero pronto Ventura impuso su ley con el temple de Querido, llevándolo sometido y encelado. La faena creció con Quirico, en pasajes de toreo ajustado por dentro y de costado, toreando muy en corto y clavando al estribo. Después, sobre Nómada, Ventura volvió a brillar llevando las embestidas con una suavidad que parecía transformar los pechos del caballo en una extensión viva de la muleta. El carrusel de cortas con Brillante cerró un conjunto de gran nivel. El público pidió las dos orejas con fuerza, reflejo de lo que se había vivido en el ruedo, pero el palco optó por conceder solo una, tal vez condicionado por la colocación final del rejón de muerte, que entró en dos tiempos.La culminación llegó con su último toro. Ventura cuajó una faena que fue el compendio perfecto de inspiración y técnica. Desde la salida, quebró al toro con Guadalquivir, marcando el ritmo desde el primer instante. Luego, con Fabuloso, tejió una de las faenas más redondas de la tarde, toreando de costado por dentro, llevando la embestida perfectamente pulseada y ajustada a cada compás. Nómada volvió a ser el caballo idóneo para batir distancias y marcar los tiempos, prolongando la ligazón y elevando la faena a uno de los momentos más destacados de la tarde. La explosión final llegó con Quitasueños, con el que Ventura firmó un quiebro de enorme dificultad, ejecutado con un cite en corto y adornado con un balanceo sutil que añadió pureza a la suerte.Aún quiso más. Sacó a Bronce para colocar una banderilla sin cabezada que provocó la ovación unánime, y remató con el carrusel de cortas al violín montando a Guadiana, antes de ejecutar el rejón final, esta vez efectivo. La petición de trofeos fue mayoritaria y el público reconoció la entrega de Ventura en su despedida del ruedo.Santander fue testigo de una tarde en la que Diego Ventura mostró todas las facetas de su tauromaquia: el dominio técnico, la sensibilidad artística, la variedad de recursos y, sobre todo, la capacidad de llegar al público sin artificios, a base de verdad, cercanía y entrega. Aunque la presidencia no acompañó siempre la magnitud de sus faenas con los trofeos solicitados, quedó el reconocimiento de los tendidos y la sensación de haber presenciado la actuación de un torero que sigue marcando la pauta en el rejoneo actual.Foto: CortesíaFoto: CortesíaFoto: CortesíaFoto: CortesíaFoto: CortesíaFoto: CortesíaFoto: CortesíaThe post Diego Ventura deslumbra en Santander first appeared on Ovaciones.