A principios de año, el fiscal jefe de la Corte Penal Internacional y encargado de investigar los crímenes de guerra cometidos por Israel en Gaza, Karim Khan, perdió el acceso a su correo electrónico. Su incomunicación no fue fortuita. Donald Trump había ordenado a las empresas de Estados Unidos cortar sus servicios al abogado británico en represalia por haber dictado un decreto de arresto contra el primer ministro israelí Binyamín Netanyahu. Y Microsoft acató.Seguir leyendo....