La UE alcanzó con Israel un acuerdo el 10 de julio para incrementar la ayuda humanitaria a Gaza, bloqueada durante meses. Se trata de un pacto opaco, que la UE dice que empieza a funcionar, pero sobre el que evita dar cifras que permitan medir esos supuestos avances. Pese a ello, el acuerdo sirvió de argumento a varios países para rechazar que se adoptaran, unos días más tarde en Bruselas, medidas contundentes contra el Gobierno de Benjamín Netanyahu en el marco del Acuerdo de Asociación bilateral, a pesar de que la Comisión Europea contaba con pruebas de que Israel ha violado los derechos humanos de los palestinos.Seguir leyendo