Castilla y León activará este mes de agosto un dispositivo integral de vigilancia frente al mosquito tigre (Aedes albopictus), una especie exótica invasora cuya expansión por el territorio nacional ha encendido las alertas sanitarias, ya que se trata de un vector de enfermedades tropicales como el dengue y el zika. El plan, impulsado por la Dirección General de Salud Pública, se pondrá en marcha a comienzos del mes de agosto y se extenderá durante dos meses, hasta finales de septiembre, periodo de mayor actividad del insecto. Se trata de una actuación preventiva clave dentro del marco del Plan Nacional de Prevención, Vigilancia y Control de Enfermedades Transmitidas por Vectores, aprobado por el Ministerio de Sanidad , y que apuesta por el enfoque de 'Una sola salud', al integrar vigilancia ambiental, animal y humana. El plan autonómico tiene como objetivo prioritario detectar de forma precoz la presencia del mosquito tigre en Castilla y León, para activar las medidas de respuesta necesarias que eviten su asentamiento o, en caso de confirmarse, controlar su proliferación. Además de esta vigilancia anticipada, se pretende verificar la presencia continuada del mosquito en aquellas zonas donde ya se han producido avistamientos previos validados por la plataforma ciudadana Mosquito Alert, como en la provincia de Ávila y en Segovia. Sanidad busca también fortalecer la red de vigilancia entomológica de Castilla y León, al abordar el seguimiento de vectores más allá de las garrapatas, objeto de estudio desde 1995; así como impulsar la participación ciudadana, mediante el uso de herramientas colaborativas como la app Mosquito Alert, que ha demostrado su eficacia en la detección de esta especie. Cada uno de los nueve Servicios Territoriales de Sanidad será responsable de la implementación del plan en su provincia. Para ello, las secciones de Protección de la Salud seleccionarán un mínimo de cuatro puntos de muestreo por provincia, aunque este número podrá aumentar según el riesgo detectado o la aparición de nuevos indicios. Los puntos de muestreo se seleccionan en zonas susceptibles de su presencia, como áreas de tránsito de vehículos procedentes de regiones donde el mosquito ya está asentado (como estaciones de servicio, áreas de descanso, centros comerciales y campings); en lugares donde se haya reportado su presencia a través de Mosquito Alert u otras fuentes (áreas periurbanas, urbanizaciones), así como en espacios con alta densidad de población o que presenten condiciones propicias para su cría (acumulación de agua estancada, vegetación, sombra, etc.). Todos los puntos contarán con trampas de ovoposición, que consisten en recipientes negros con agua donde se insertan tablillas de madera que simulan los hábitats de puesta de huevos. Estas trampas se colocarán en lugares discretos, a ras de suelo, protegidos del viento, y alejados de fuentes artificiales de agua como aspersores, informa Ical. Las trampas se revisarán cada diez días, con mayor frecuencia cuando las temperaturas sean más altas, y las muestras serán enviadas al laboratorio de la Universidad de Zaragoza, donde se realizará el análisis morfológico y, si es necesario, molecular para identificar la especie. El periodo de muestreo se desarrollará entre el 1 de agosto y el 30 de septiembre , con posibilidad de ampliación si las condiciones climáticas así lo requieren. Cada Servicio Territorial deberá designar un profesional responsable y remitir un informe con los resultados obtenidos y las incidencias observadas. Este modelo de vigilancia científica se complementará con la participación activa de la ciudadanía a través del proyecto Mosquito Alert, una herramienta de ciencia ciudadana que ha demostrado ser eficaz en la detección temprana de vectores. Mosquito Alert es una app gratuita y sin ánimo de lucro que permite a cualquier persona, de forma anónima, enviar fotografías de mosquitos, sus lugares de cría y picaduras sospechosas. Un equipo de entomólogos valida las imágenes recibidas y, si se confirma la especie, las incorpora a un mapa público de avistamientos disponible desde 2014. La aplicación incluye una guía para aprender a identificar las principales especies de mosquitos transmisores de enfermedades, y orientaciones sobre cómo tomar imágenes útiles para su identificación. La plataforma ha sido clave para detectar el mosquito tigre en varias zonas de España antes de que se implantara formalmente la vigilancia institucional. Desde la Junta se reforzará su difusión y se animará a su uso como un canal complementario de vigilancia participativa, clave para mejorar la eficacia del plan autonómico. La campaña de vigilancia desarrollada el año pasado , que se extendió entre septiembre y octubre, concluyó sin ningún caso detectado. El operativo implicó la instalación de 48 trampas de ovoposición distribuidas en 38 puntos estratégicos de las nueve provincias de la Comunidad. En total, se recogieron 275 muestras, que fueron analizadas por la Unidad de Parasitología y Enfermedades Parasitarias de la Universidad de Zaragoza, en el marco del programa del Ministerio de Sanidad. Sin embargo, sí se registró un avistamiento confirmado por Mosquito Alert, el 12 de septiembre de 2024, en Casavieja (Ávila). En Castilla y León, las primeras señales llegaron en 2022, cuando la plataforma Mosquito Alert hizo la primera identificación de Aedes albopictus en la urbanización Las Lastras, en Sotillo de la Adrada (Ávila). En 2023, se clasificó como probable una nueva imagen en Palazuelos de Eresma (Segovia), a la que se une la de Casavieja. Si bien, el mosquito tigre fue detectado en España mucho antes, en Cataluña en 2004, y desde entonces se ha expandido por todo el litoral mediterráneo (desde Gerona hasta Huelva), además de las Islas Baleares y comunidades interiores como Aragón, Castilla-La Mancha, Madrid, Extremadura, Galicia o Navarra.