Los países del sureste asiático están acostumbrados a pasar parte del año pendientes de los ciclones tropicales en el Pacífico . La época con más tifones suele ocurrir entre mayo y octubre, siendo julio, agosto y septiembre, los meses más activos. Quienes viven allí a menudo afrontan alertas por estos fenómenos extremos. El sur y sureste de China, y especialmente sus provincias costeras, es una de las zonas más pobladas que los pueden sufrir y ahora se acaban de ver alterados precisamente por un tifón bautizado como Wipha , implicado también en un tragedia en Vietnam. La tormenta ha pasado muy cerca de Hong Kong y su intensidad, con previsión de rachas de hasta 118 kilómetros por hora llevó a que se emitiera la alerta más alta de la zona. Así, entre otras medidas se anularon unos 500 vuelos y se cerraron todas las escuelas. Ello afectó a Claudia , una joven catalana que lleva un tiempo viviendo y trabajando allí como profesora de idiomas. La joven suele explicar su día a día y choques culturales en su TikTok (@clauperezgi) y ahora se ha viralizado una publicación suya explicando lo que hace mientras no puede salir de casa por el tifón. En menos de 24 horas ya supera las 37.000 visualizaciones. Claudia está inmersa estos días precisamente en unos cursos de verano de chino y por culpa de las inclemencias quedó sitiada. «Hoy estamos encerrados en el edificio porque hay un tifón pero ¿qué se puede hacer en este edificio si tienes un tifón y no puedes salir?», explicaba con un tono de reportera televisiva. Esta, de hecho, no es la primera ocasión en la que habla de su inmueble, un gigantesco bloque de más de 50 plantas que cuenta con inimaginables servicios, y no solo en los bajos. «En la planta 30 tenemos un salón de uñas así que me voy a hacer las uñas de las manos y los pies», empieza ella su ruta por el inmueble. Como demuestra un rato después se ha hecho una manicura con tonos azules. «Si quiero arreglarme el pelo me vengo a la planta 19 y me corto el flequillo », sigue ella. Este breve retoque en la peluquería le cuesta tres euros, como relata, antes de ir a la planta 50 en busca de un masaje. «También puedes ir a un gimnasio en la planta 4», explica antes de hablar con dos jóvenes españoles, que relatan que está muy bien pero que es «un poco caro» y que desvelan una oferta que les han hecho. «Si hay tifón, pues entrenas», ironiza ella. Para acabar, ella lanza la pregunta de que «qué pasa si te entra hambre» y calma a la gente explicando que «en el piso 5 tenemos una magnífica tienda». Claudia muestra que incluso tienen fruta fresca y remarca que «puedes ser sano sin salir del edificio». Al parecer la joven se ha tomado muy relajadamente el aviso y algunos usuarios le han respondido destacando que en España no se viviría igual porque no tenemos este tipo de bloques.