Un flotador de juguete, unas aletas y una audacia o imprudencia —según se mire— a prueba de mareas, sacudidas y medusas. Con estos elementos tan precarios se arma la historia de un joven magrebí que fue rescatado en alta mar el pasado 16 de julio , frente a las costas de Marbella, cuando cruzaba el Estrecho de Gibraltar. Una familia andaluza que se dirigía a las Islas Baleares en un velero se lo encontró de esta guisa y braceando en el mar, sin apenas fuerza, en un intento desesperado por alcanzar las costas españolas. La suerte quiso que el joven migrante se topara en su arriesgada travesía con un velero coincidiendo con la festividad de la Virgen del Carmen, jornada en la que se intensifica el tráfico marítimo. Los tripulantes, que lo había avistado a lo lejos, hicieron una maniobra para rescatar a este náufrago , que se hallaba a unas 13 millas de la costa. De todo ello hay testimonio gráfico porque uno de los tripulantes grabó un vídeo que ha sido difundido por la Real Asamblea Española de Capitanes de Yate a través de su cuenta en la red social Instagram. La familia dio el aviso a Salvamento Marítimo, que acudió rápidamente a socorrerlo. Una vez a bordo y a salvo, le facilitaron agua, alimentos y una manta para cubrirse. Tras sacarlo del agua, el joven casi desfallecido pero en buen estado se tendió sobre la cubierta del velero mirando al cielo, incrédulo quizás de su buena suerte.