Mientras la Plaza México permanece cerrada a la tauromaquia bajo el mandato de Clara Brugada, cuya gestión mantiene en vilo el futuro de la fiesta brava en la capital, los aficionados enfrentan un destierro forzado. La afición, sedienta de emociones, encuentra en Tlaxcala, el estado más pequeño pero con el corazón más bravo de México, un bastión inquebrantable para la Fiesta Brava.En este oasis taurino, la Feria de Huamantla emerge como un faro de esperanza, lista para demostrar que el Arte de Cúchares respira con vigor.La Feria de Huamantla, joya de la tradición tlaxcalteca, calienta motores con dos de sus eventos emblemáticos: La Noche que Nadie Duerme y la Huamantlada.En el marco de la Feria “Del Arte Efímero y la Dalia”, se han anunciado tres corridas en honor a Nuestra Señora de la Caridad, organizadas por las empresas Feria Toro y Ruedo Tres, Pasión Compartida.Estas combinaciones, diseñadas con inteligencia y equilibrio, pondrán a prueba el compromiso de los aficionados de hueso colorado, que deberán retratarse en la taquilla para reafirmar que la tauromaquia mexicana no solo sobrevive, sino que palpita con fuerza.El serial, a celebrarse en la Plaza La Taurina, presenta carteles que combinan experiencia, juventud y valor:Sábado 9 de agosto, 16:00 horas: Toros de De Haro para José Luis Angelino, Israel Téllez y Sebastián Palomo.Jueves 14 de agosto, 19:00 horas: Ganado de Begoña para Ernesto Javier ‘Calita’, José María Macías e Isaac Fonseca.Sábado 23 de agosto, 16:00 horas, día de la Huamantlada: Toros de Zacatepec, de la familia Muñoz, para Uriel Moreno ‘El Zapata’, Juan Pablo Sánchez y Román.Estos carteles reúnen toreros de distintos perfiles, desde la garra de ‘El Zapata’ hasta la frescura de Fonseca, enfrentados a hierros de abolengo como De Haro, Begoña y Zacatepec.En Tlaxcala, cuna del toro bravo, ‘el de negro’ es el eje del espectáculo: un toro íntegro, con trapío y casta, que pondrá a prueba el temple de los matadores y la pasión de la afición.La Feria de Huamantla no solo ofrece un escape para los taurinos huérfanos de la Plaza México, sino que se erige como un termómetro para medir la salud de la tauromaquia nacional.En un momento en el que la Fiesta Brava enfrenta embates de varios frentes, la respuesta de los aficionados en la taquilla será el rugido que confirme que la pasión por el toro permanece inquebrantable.Tlaxcala, con su devoción por la tradición, desafía al tiempo y a las adversidades, recordándonos que la tauromaquia es más que un espectáculo: es un legado vivo, indomable y eterno, que un grupúsculo nos quiere quitar.The post Huamantla, el termómetro first appeared on Ovaciones.