Triana se ha vestido de fiesta y ya está iluminada para sus días señalaítos. Lo ha hecho con los trianerísimos sones del grupo Siempre Así y las palabras de Rafa Almarcha, pregonero de este año, que atrajo a muchísimas personas en un espectáculo multidisciplinar que contó incluso con cornetas de las Tres Caídas. No en vano, una gran multitud se congregaba en torno a las diez de la noche en la plaza del Altozano y todas sus bocacalles esperando a que por fin comenzase la Velá de Santa Ana. El teniente de Alcalde y delegado de Fiestas Mayores, Manuel Alés , trianero, comenzó a presentar el acto pasados diez minutos de la hora prevista con todo el gentío expectante por el arranque de los días señalaítos. «Quién mejor que este vecino del barrio para anunciar unos días que alumbrarán la esperanza», dijo para referirse a Rafa Almarcha. El líder de Siempre Así «lleva toda la vida pregonando a Triana sin que nadie se lo pidiera» . Y un trianero de pro desde la más tierna infancia, puesto que Rafa «canta como canta y es como es gracias a Triana. Su hermandad del Rocío de Triana fue el pesebre de su vida musical». El delegado repasó la trayectoria de más de tres décadas de Almarcha con alrededor de un millón de copias, 1.500 conciertos y reconocimientos como la medalla de Sevilla en 2023 y la de Andalucía en 2024. Con Pedro Ricardo Miño al piano y el artista cantando su conocida sevillana '¿Qué tendrá Triana?', dio comienzo el pregón de la Velá. «Triana tiene de todo». Hasta mar. « El Guadalquivir a su paso por Triana se convierte en un brazo de mar de aguas tranquilas y navegables que hacen de Triana es el más marinero de los barrios«. Un pregón en el que Almarcha quiso leer la carta de amor que comenzó a escribirle de niño y que sigue escribiendo día a día. Poco tardaron en aparecer el resto de integrantes de Siempre Así para cantar 'Tiene Triana'. «Triana es el origen de Siempre Así. Mi madre no pudo elegir mejor lugar para darme a luz , luz que me ha acompañado durante toda mi vida en forma de música«. Rápidamente el pregón adquirió tintes marismeños : «No puedo arrancar este pregón de otra forma que no sea hablando de nuestra hermandad del Rocío de Triana», corporación bicentenaria con la que la capital hispalense comenzó a echarse a las arenas en 1813, «semillas de la devoción rociera en Sevilla»: «Nuestras vidas sólo tienen sentido cantándole a Ella, a la hija de la Señá Santa Ana» . Incluso hubo hueco para una suerte de salmo responsorial en el que Almarcha daba las «gracias, cómo no», mientras el público respondía «a Triana» durante todo el pregón. Algunas de las sevillanas más emblemáticas de la hermandad de Triana pusieron a todo el viejo arrabal a tocar las palmas, corear e incluso a bailar en el escaso hueco que quedaba para ello. No hay duda de que Triana es un barrio para comérselo. Por eso hubo cariñosas palabras para l os bares clásicos del barrio, desde Casa Oliva hasta el bar Santa Ana. Pero también a los comedores sociales, las residencias de ancianos, las bolsas de Caridad de las hermandades del barrio y otros proyectos, como Proyecto Hombre, «para los más desfavorecidos del barrio». La bailaora Rocío Coral subió al escenario para bailar con Rafa Almarcha, que se defendió como pudo, mientras los demás miembros de Siempre Así, respaldados por todos los trianeros, pedían «que me perdone Sevilla, dueña de mil maravillas, paraíso universal, donde se ponga mi Triana, que se quite lo demás». Después, el cantante y compositor se retrotrajo a su adolescencia en el instituto Bécquer y sus profesores más queridos pese a que no era un hacha para los estudios. «El instituto marcó un antes y un después en mi vida». También se acordó de sus dos madres, su madre biológica y su abuela, que tuvo nada menos que 44 nietos y con la que se quedó cuando la familia se marchó a Castilleja. Incluso tuvo unos segundos para Santiago, de quien también es la Velá, y de las mártires trianeras Justa y Rufina. Pero especialmente cariñosas fueron las palabras para el amor de su vida, su mujer, Ana. La capillita del Carmen, donde la Virgen siempre dice «vuelve pronto» a quienes enfilan el puente, o el mercado de Triana, que es «como una Catedral», fueron algunos de los puntos del mapa trianero que Almarcha recorrió durante su amena disertación, que no huyó del humor. «Aquí es bienvenido todo el mundo», aseveró con la mayor de las convicciones y el aplauso como respuesta de trianeros y foráneos. También se acordó de ilustres trianeros que ya se fueron, como el querido Vari de Triana, cuyo tema 'Chica salvaje' coreó todo el Altozano; los irrepetibles Lole y Manuel , «la banda sonora de mi vida y de cualquiera que tenga un mínimo de sensibilidad»; y otros artistas como Chiquetete o la Pantoja, nacidos en el Tardón; o los hermanos Cadaval, los Morancos, «historia viva del espectáculo en nuestro país». Músicos de la banda de las Tres Caídas y el propio César Cadaval intervinieron para cantar a la Semana Santa de Triana y al propio pregonero: «Gracias le doy a la vida por tenerte, Rafael» . A lo largo de la larga noche, Rafa Almarcha cantó solo, al piano, a la guitarra y con su gente de Siempre Así, pero sobre todo, con el corazón de un trianero orgulloso de haber dado el pistoletazo de salida a los días más alegres del barrio.