El conmovedor mensaje de la viuda de Diogo Jota

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Este martes se ha cumplido un mes del matrimonio entre Rute Cardoso y Diogo Jota, el futbolista portugués del Liverpool que perdió la vida junto a su hermano, André Silva, en un accidente de tráfico ocurrido en la provincia de Zamora. Lo que debía ser una fecha de celebración se ha transformado en un homenaje íntimo y cargado de emoción, marcado por el recuerdo de un amor interrumpido de forma repentina.[articles:337937]En su primer mensaje público tras el suceso, Rute ha compartido una imagen en la que aparece junto a su esposo, tomados de la mano con los anillos de boda, vestidos aún con los trajes del enlace. Un testimonio visual que recoge uno de los últimos momentos de felicidad de la pareja. “Un mes de nuestro 'hasta que la muerte nos separe'. Para siempre, tu chica blanca”, escribió la joven en redes sociales, en una publicación que ha despertado una oleada de mensajes de apoyo por parte del mundo del fútbol y de miles de aficionados.Una historia de amor marcada por la tragediaLa pareja se había casado el pasado 22 de junio en Oporto, en una ceremonia íntima celebrada en la Iglesia de Lapa, a la que asistieron familiares y amigos cercanos. Apenas once días después, la tragedia golpeó a la familia. En la madrugada del 3 de julio, Diogo Jota y su hermano André perdieron la vida cuando se dirigían a Santander, desde donde iban a embarcar hacia Reino Unido.[articles:337447]Tras varios días de silencio, Rute Cardoso ha querido rendir homenaje a su esposo a través de la referida publicación En el mensaje, ha compartido también otras dos fotografías del día de la boda: en una de ellas, la pareja aparece bailando, con el futbolista levantándola en una coreografía que hoy queda grabada como uno de los últimos recuerdos compartidos.Precisamente, la boda fue también la última publicación que Diogo Jota compartió en sus redes sociales. En ella, el futbolista publicó un emotivo vídeo recopilatorio del enlace, reflejando la felicidad vivida aquel día. Hoy, un mes después, ese mismo recuerdo se convierte en símbolo de una historia que quedó incompleta, pero que sigue viva en la memoria de quienes lo conocieron.