La primera fase ha tenido un costo superior a los $8.000 millones. Foto: cortesía Cormagdalena El río Magdalena cuenta con una extensión de 1.540 kilómetros, atravesando cerca del 24 % del territorio colombiano, lo que constituye una arteria vital para la biodiversidad, la economía y la vida de millones de personas. Sin embargo, su magnitud también lo convierte en un sistema vulnerable frente a fenómenos naturales como las crecientes durante la temporada de lluvias.Frente a ese escenario, Cormagdalena en alianza con Movistar Empresas implementaron un sistema de monitoreo que permite observar el comportamiento del río en el tiempo más actualizado posible. Este desarrollo incluye salas de analítica ubicadas en Barranquilla y Barrancabermeja, dotadas con equipos de almacenamiento y procesamiento de datos, video walls y estaciones de trabajo. Desde allí se da seguimiento continuo a variables como niveles de agua, caudales, estudios batimétricos y sitios de intervención con dragados.Foto: Jorge Tinoco, asesor ambiental de la Dirección Ejecutiva de CormagdalenaEn conversación con Valora Analitik, Jorge Tinoco, asesor ambiental de la Dirección Ejecutiva de Cormagdalena, explicó que la iniciativa nació de conversaciones con los diferentes actores como navieros, gremios, entidades territoriales, autoridades, entre otros.Adicionalmente, destaca la importancia de las alianzas: “En el proceso en el que surge esta iniciativa fue muy importante un convenio que tenemos con las autoridades del agua de los Países Bajos, y con quienes hemos compartido experiencias y conocimiento, entendiendo como en estos países han logrado desarrollar este tipo de plataformas”.Cabe resaltar que la iniciativa está incluida en el plan de acción de la corporación que va hasta el 2026.Destacado: Movistar, líder en fibra óptica empresarial en el país según MinTICPrimera fase del plan de monitoreoTinoco expuso que la fase uno del proyecto se encuentra finalizada. “Esa fase consistía en la compra de unos equipos de medición con tecnología de punta, una flota de embarcaciones que nos permitiera transportar los equipos y las personas, pero también realizar las mediciones en el río. Adicional, construcción de las dos salas de analítica en Barrancabermeja y Barranquilla con los primeros indicadores que hoy están funcionando en la plataforma y, por último, la conformación de un equipo de trabajo interno para las operaciones”.En ese sentido, la primera fase ha tenido un costo superior a los $8.000 millones desde el inicio en 2023 hasta el presente, mientras que las dos salas de analítica con el hardware y el software tuvieron un costo alrededor de $1.500 millones, incluidos en la inversión.Asimismo, hizo énfasis en la importancia de las dos ciudades para la construcción de las salas analíticas: “Barrancabermeja es la sede principal de la corporación y está ubicada estratégicamente en la mitad del río, mientras que Barranquilla tiene una importancia naviera y portuaria la cual ameritaba realizar la construcción de la sala analítica”.Principales retos del proyecto y componentesEl vocero también expuso los retos a los que se han tenido que enfrentar durante el desarrollo de esta iniciativa.“Lo principal son los datos. Poder obtenerlos y que sean confiables y actualizados es lo más complejo. Por eso, hemos decidido tener equipos y realizar procesamientos propios, pero también cotejándolo con algunos datos de otras entidades para generar información confiable y más actualizada posible”.Por otra parte, la extensión del río Magdalena, que cuenta con 1.540 kilómetros y una cuenca que es casi el 25 % del territorio nacional. Es importante aclarar que distribuye tres componentes: “Cuando hablamos de medición y captura propios, nos referimos a las ecosondas monohaz y multihaz que tienen nuestras embarcaciones para poder medir el fondo del río, pero también tenemos drones multirotor y monoélice que nos ayudan a identificar con análisis de imágenes las aéreas, y qué está ocurriendo con la dinámica del río. También equipos de medición topográfica cuando necesitamos realizar un levantamiento por fuera del cuerpo de agua”.Drones multirotor y monoélice que ayudan a identificar con análisis de imágenes las aéreas. Foto: cortesía Cormagdalena El segundo componente consiste en “un sistema robusto que nos permite almacenar esa cantidad de datos que recogemos, no solamente con nuestros equipos, sino con otras estaciones que también utilizamos, para esta información poderla gestionar de una manera segura y administrarla de una forma única y consolidada para su fácil procesamiento”.Y, agregó: “Un tercer componente que tiene esta tecnología son los programas que utilizamos para procesar y analizar estos datos desde el momento en el que los tomamos en el río hasta su proceso y, por supuesto, su fácil visualización en nuestro portal web, que es donde hoy se ubica la información de estas salas de analítica”.Cabe destacar que el acceso a la plataforma, que busca impactar a 130 municipios de 13 departamentos, es gratuito desde el portal de Cormagdalena.Expectativas para el primer año y expansión Jorge Tinoco expuso los resultados que esperan tener en el primer año de operaciones: “Generar un mayor conocimiento para todos los actores de la cuenca: academia, entidades territoriales, autoridades ambientales, gremios, pero, sobre todo, saber si los datos que estamos colocando en esta primera fase son útiles, si hay un uso recurrente de la información y, por supuesto, esperar una retroalimentación positiva sobre el funcionamiento de la plataforma y el impacto. También identificar esas necesidades, mejoras y oportunidades a través de esta articulación con todos los actores”.De igual manera, Tinoco le compartió a este medio los planes de expansión e innovación que tiene la entidad con este proyecto: “Este sistema de monitoreo que hemos implementado es una fase dos que busca extender o ampliar a otras sedes de la corporación. Incluso hemos pensado que estas salas de analítica las pueden tener los municipios ribereños, y pensamos hacia allá, pero en esta primera fase poderlo ampliar a todas las sedes de la corporación: Neiva, Honda, Bogotá y Magangué”.“Poder también implementar equipos de medición en el río de forma automatizada, es decir, que nos permita tener información en tiempo real y, por supuesto, revisar qué otras variables necesitan los actores”.Además de eso, extender a los aproximadamente 760 municipios que hacen parte de la cuenca del río Magdalena, “de manera que no solamente analizamos la dinámica del río, sino también qué ocurre en nuestra cuenca con una plataforma que tenemos alterno paralela que se llama el Observatorio de la Cuenca”.Y, finalizó: “Hacia allá es que vamos para los próximos años, garantizando la sostenibilidad del río Magdalena, pero también la mejora continua de este plan de monitoreo y de esta sala de analítica que hemos implementado”.