Una apreciación subjetiva, sin baremo cerrado para determinar o argumentar gravedad o urgencia, seguirá siendo la condición para que la opinión pública pueda o no conocer secretos del franquismo y de la transición; será la excusa que pueda poner el Ejecutivo para continuar tapando como secretos de Estado cuestiones que considere cruciales o peligrosas para la seguridad nacional o para la defensa.Seguir leyendo....