Antioquia cerró el 2024 con más de 3,3 millones de personas ocupadas, lo que representa un crecimiento anual del 2,5% en el mercado laboral regional. Sin embargo, la más reciente edición del informe de la Mesa del Empleo —una alianza entre Comfama, Comfenalco Antioquia, la Cámara de Comercio de Medellín y el Centro de Valor Público de la Universidad EAFIT, con el apoyo de Antioquia Cómo Vamos— deja claro que los avances no ocultan los retos persistentes.Esta semana se conoció la edición más reciente del reporte, en el que se destaca que, aunque Medellín y el Valle de Aburrá concentran más de 2,1 millones de empleos y registran mejoras en la calidad del ingreso, aún hay importantes brechas por cerrar. En particular, las dificultades se concentran en la generación de empleo formal para mujeres, jóvenes y zonas rurales, así como en la alta informalidad de las microempresas.Otras noticias: Inseguridad, un flagelo que trasnocha a los empresariosUno de los principales focos de preocupación es la desaceleración en el empleo femenino, punto en el que cuentan que entre 2021 y 2024, el número de mujeres ocupadas creció un sólido 31%; sin embargo, en el último año el ritmo cayó drásticamente a apenas 1,7%. Esto sugiere que la recuperación post-pandemia benefició inicialmente a las mujeres, pero ahora se estanca, lo que podría agravar desigualdades estructurales si no se corrige.En el caso de los jóvenes menores de 28 años, el panorama también es preocupante y muestra que entre el primer trimestre de 2023 y el primer trimestre de 2025, el número de jóvenes afiliados a las cajas de compensación familiar disminuyó en 21.200 personas, lo que se traduce en una reducción del 4,6%.Los analistas reiteran que hay diversos frentes que requieren atención estructural.Cortesía - A.P.I.Esta caída contrasta con el crecimiento general de afiliaciones (+0,8%) en el mismo período, lo que evidencia una pérdida de dinamismo en la formalización del empleo juvenil y de acuerdo con los analistas, deja claro cuáles son los frentes que requieren atención urgente por parte de las autoridades regionales.El informe también advierte sobre la alta concentración sectorial del empleo formal, ya que el 55% de los trabajadores dependientes afiliados a cajas de compensación se ubica en solo cinco sectores, que son el comercio, industria manufacturera, servicios administrativos, construcción y servicios profesionales y genera una limitada diversificación que implica un riesgo ante choques sectoriales o cambios estructurales.Puede interesarle: Las ciudades donde comenzará a aplicarse la eliminación del subsidio al diéselUn ejemplo de estos desequilibrios se observa en el comportamiento opuesto de dos sectores clave, dado que mientras alojamiento y servicios de comida creció 6,2% en número de trabajadores formales, la construcción perdió un 3,9%. Esta caída impacta directamente en uno de los sectores que tradicionalmente emplea a población masculina y de menores niveles educativos, y pone en duda su capacidad de reactivación en el corto plazo.Otro reto clave es la persistencia de la informalidad en las zonas rurales, renglón del mercado laboral en el que predomina el trabajo por cuenta propia y con bajos niveles de protección social, en contraste con el área metropolitana, donde el empleo formal tiene mayor peso. Esta dualidad refleja que el mercado laboral antioqueño necesita políticas diferenciadas que reconozcan los contextos territoriales y productivos de cada subregión.Los analistas reiteran que hay diversos frentes que requieren atención estructural.Cortesía - A.P.I.“Los datos, por sí solos, no transforman la realidad. Pero cuando los comprendemos, los compartimos con quienes toman decisiones y actuamos con propósito, sí podemos cambiar vidas. Es un llamado a avanzar juntos, con enfoque y compromiso, sin dejar a nadie atrás”, dijo Javier Ricardo Torres Betancour, director de Comfenalco Antioquia.La calidad del ingreso también preocupa y de acuerdo con el reporte, aunque el salario promedio de los trabajadores dependientes en Antioquia fue de $1.765.626, superando en un 10,3% al promedio nacional, la mayoría de los nuevos empleos están en tramos de hasta dos salarios mínimos. Además, las microempresas, responsables del 56% del empleo total, siguen concentrando la mayor parte de la informalidad.Más información: Nuevo escenario multipropósito de Bogotá para conciertos generará 25.000 empleosMónica Ospina, directora de Antioquia Cómo Vamos, recalcó que “diseñar políticas diferenciadas no es solo deseable, sino imprescindible para garantizar inclusión y equidad”, dada la diversidad de retos laborales que enfrentan las distintas subregiones del departamento.Así las cosas, el informe concluye que la formalización, la mejora del ingreso y la reducción de brechas por género, edad y territorio deben ser el foco de las próximas políticas públicas y estrategias empresariales si se quiere construir un mercado laboral más justo, resiliente y sostenible en Antioquia.DANIEL HERNÁNDEZ NARANJOPeriodista de Portafolio