El regreso de Trump con sus aranceles para todos sugería una jubilosa celebración del 50 aniversario de las relaciones diplomáticas entre la Unión Europea y China. Un ambiente pesaroso, sin embargo, reina en la víspera de la cumbre del jueves en Pekín, con nuevos pleitos sumados a las solidificadas fricciones sobre comercio y geopolítica. Un acuerdo es quimérico, bastaría con un comunicado conjunto de mínimos.Seguir leyendo....