El hijo pequeño de Juana Rivas, de once años, ha solicitado quedarse en España con su madre y su hermano mayor, pese a que la justicia ha dictado su entrega al padre, Francesco Arcuri, con quien debería regresar a Italia este viernes. La entrega prevista inicialmente para este martes fue aplazada a petición de los especialistas que atendieron al menor, quienes señalaron que es “absolutamente descartable” utilizar la fuerza para ejecutar el traslado.[articles:338572]El niño ha dirigido cartas a entidades como Amnistía Internacional, Save the Children y el Comité de los Derechos del Niño de la ONU. En ellas suplica no volver con su padre, denunciando un historial de malos tratos. “Llevo toda mi vida asustado por culpa de mi padre, que siempre me ha maltratado. Un día me tiró por las escaleras y me hizo mucho daño en las costillas, que las tengo deformadas”, escribió de su puño y letra.Relato de miedo y solicitud de protección internacionalEn su carta, el menor asegura que su padre “le pega” y lo “trata muy mal”, y advierte que, de volver con él, su vida estaría en “peligro”. “Nadie me escucha, ya tengo once años y sé lo que quiero para mi vida”, expresa en uno de los fragmentos más directos. También relató que, durante dos horas en el punto de encuentro familiar de Granada, pidió ayuda “gritando” a las psicólogas y suplicó no ser obligado a marcharse.[articles:338556]El escrito, al que han tenido acceso distintos medios, menciona incluso una amenaza con arma blanca: “Antes de viajar a España, me amenazó con un cuchillo”. El menor insiste en que desea permanecer en España, junto a su hermano y “la familia que me cuida”.En ese mismo encuentro, el padre acabó marchándose sin el niño, después de que Juana Rivas sufriera un ataque de ansiedad y tuviera que ser atendida por los servicios sanitarios. La autoridad judicial fijó un plazo de tres días para que se ejecute la entrega del menor, tal como recoge la orden judicial vigente.Los abogados de Juana Rivas piden la intervención del ministro BolañosLos abogados de Juana Rivas han solicitado la intervención del ministro de Justicia, Félix Bolaños, en calidad de autoridad central española. Argumentan que la entrega puede aplazarse en virtud de una excepción recogida en el Convenio de La Haya de 1980, al existir un posible riesgo grave para la integridad física o psíquica del menor.La resolución judicial establece que la entrega, prevista para este viernes, deberá realizarse de forma privada y exclusivamente en presencia de los progenitores, para evitar nuevas situaciones de estrés en el niño.