Donald Trump ha aprovechado los primeros seis meses de su segundo mandato. Gracias a un sumiso Congreso, sus recortes de impuestos –que benefician sobre todo a las rentas más altas y amenazan con triplicar el déficit federal– ya se han convertido en ley. Con el abuso de autoridad ejecutiva, sus elevados aranceles están empezando a tomar forma y pasar factura al comercio internacional. Y sus ofensivas simultáneas para desregular, desmantelar las instituciones del Gobierno y deportar a inmigrantes sin papeles están en marcha. A partir de todo este colosal mangoneo de lo público para beneficio de lo muy privado, en el que el presidente ha llegado a forzar el cambio en la fórmula de la Coca-Cola que se vende en... Ver Más