En medio del intenso debate social y político sobre la reducción de la jornada laboral en España, una propuesta que genera tanto fervorosos apoyos como profundos recelos, la voz del economista Gonzalo Bernardos emerge con una perspectiva que trasciende la simple contabilidad de horas. Su análisis no se limita a defender la medida como un avance en los derechos de los trabajadores, sino que la enmarca en una crítica mucho más profunda y necesaria al modelo económico del país. Para Bernardos, la cuestión no es si las empresas pueden permitirse que sus empleados trabajen menos, sino si España puede permitirse seguir compitiendo en el mercado global con una estrategia obsoleta y precaria. Su tesis es contundente y clara: hay que dejar de competir por bajos costes laborales y apostar por la calidad.Seguir leyendo....