Los Sacrificadores 2, de Rick Remender, Max Fiumara y André Lima Araújo

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Edición original: The Sacrificers #7-11 USA (Image Comics/Giant Generator, 2024)Edición nacional/España: Norma Editorial, 2025Guion: Rick RemenderDibujo: Max Fiumara, André Lima AraújoColor: Dave McCaigTraducción: David DomínguezRealización técnica: Joan MorenoFormato: Rústica. 128 páginas, color. 21,00€Temblores a los pies de las montañasReconozco que hubo un momento en el que sentí que se había cerrado la era dorada de Rick Remender. El afamado guionista, uno de nuestros favoritos en la sección indie, nos tuvo comiendo de su mano con trabajos excelentes encabezados por las ya icónicas Ciencia Oscura y Clase Letal. Pero desde que estas series acabaron, sus siguientes trabajos parecían haber bajado una marcha. Death or Glory, Una sed de venganza justificada, The Scumbag… Todas ellas trepidantes y siempre dentro de unas cotas de calidad envidiables para la mayoría de los autores, pero al menos bajo mi opinión, carentes del brillo de su anterior etapa. Pero afortunadamente parece que puedo empezar a comerme mis palabras. Al menos esa es la sensación que deja ver el arranque de la interesante The Seasons (aún inédita aquí) y, sobre todo, el firme avance de Los Sacrificadores. Y es que el segundo volumen de la serie creada por Remender de la mano del artista argentino Max Fiumara, que tuvimos la fortuna de poder leer recientemente en España gracias a Norma Editorial, confirma las sensaciones y muestra que estamos ante una historia en la que los autores están poniendo mucho mimo. Pero refresquemos la memoria. Estrenada originalmente en 2023 bajo el amparo de Image Comics y Giant Generator (el sello fundado por el propio Remender), Los Sacrificadores nos lleva al fantasioso mundo de Harlos, donde sus habitantes viven en considerable calma y frugalidad a cambio de un sacrificio: entregar a un hijo de cada ciudad como ofrenda a los dioses, que cuidan de mantener el nivel de vida de su pueblo. Pero un fortuito cruce entre el joven Paloma, uno de los últimos sacrificios, y Soluna, la primogénita de Roko y Luna, gerifaltes del opulento olimpo de Harlos, pone en peligro el delicado equilibrio del mundo. Entrando en spoilers del primer tomo, aquel nos dejó en la situación de que Paloma acaba obteniendo los poderes inmortales de Soluna, un cambio de papeles muy interesante que nos deja el terreno preparado para que cada uno de ellos experimente lo que supone estar en el lado contrario del tablero por una vez. Eso sin contar con cierto magnicidio que ha puesto literalmente patas arriba el mundo, sumiéndolo en una ola de cataclismos de dimensiones bíblicas que hacen pensar a los ciudadanos de Harlos que algo ha fallado esta vez con los sacrificios. La verdad es que la seña de identidad más importante que se puede destacar de esta serie es justo lo que ya comentamos en su primer volumen: su calma para desarrollar la historia. Si en el tomo inicial se permitía dilatar la presentación del nudo principal de la historia hasta cubrir todo el libro, para su continuación Rick Remender no se deja llevar por las prisas. Este es un mundo al que está dedicando detalle y cariño, y su evolución está cociéndose a fuego muy lento. Ese ritmo pausado está permitiendo una inmersión fantástica en su mundo y en sus personajes, algo obviamente encabezado por su pareja de protagonistas, con caminos separados por el momento. Soluna es la principal protagonista, sumida en una penosa huida en la que su nueva mortalidad le hará toparse cara a cara con el lado más amargo de la vida, mientras que el chico Paloma se nos convierte en una especie de Kratos con baja autoestima, cuyos actos comenzarán a empujar las fichas de dominó que harán temblar a todo el olimpo, cuyos miembros empiezan a cobrar mayor protagonismo. En perspectiva, no se puede negar que sigue siendo una serie que se masca tan despacio que duele tener que esperar a cada tomo, pero esa pausa se disfruta enormemente cuando uno tiene a un escritor de personajes como Remender. Y es que el autor sabe muy bien escribir acción y escenas espectaculares, pero cuando más brilla es cuando, como aquí, nos mete de lleno en todos los dilemas y debilidades de sus protagonistas. En el apartado artístico estamos de enhorabuena por partida doble. Y es que en primer lugar, si el volumen inicial nos mostraba a un Max Fiumara en un gran estado de forma y creatividad, para este segundo tomo el artista argentino logra reafirmarse e incluso entregar un resultado más refinado. Sus diseños siguen irradiando originalidad, y la espectacularidad brilla en las escenas en las que se desmelena.Pero por si fuera poco, este volumen cuenta con dos números en los que el argentino es sustituido por André Lima Araújo, artista de obras como Phenomena o Una sed de venganza justificada. Y el portugués, como ya sabrá cualquiera familiarizado con su trabajo, es pura dinamita. Con su trazo fino y preciso, Araújo siempre es sinónimo de calidad, y su llegada al mundo de Harlos es fantástica, adaptándose perfectamente a la hoja de ruta marcada por Fiumara, siempre unificados por el veterano color de Lee Loughridge. En definitiva, con el segundo volumen de Los Sacrificadores nos queda claro que tenemos enfrente al mejor Rick Remender, y que esta no es una serie de dos telediarios. El célebre guionista se toma su tiempo para seguir expandiendo un mundo de fantasía apasionante lleno de propuestas complejas, sostenido por la cada vez mejor labor artística de un Max Fiumara de dulce y la colaboración estelar de André Lima Araújo. Y yo no me pienso perder la siguiente entrega. Lo mejor• Remender continúa abriendo poco a poco las puertas de su universo con pulso firme y preciso.• Fiumara continúa divirtiéndose, y la llegada de André Lima Araújo es un lujo de primer orden.Lo peor• El ritmo de desarrollo no es para impacientes.